12.23.2022

El JEFE “ RECORDMAN”


Las raíces de los verdaderos logros residen en la voluntad de convertirse en lo mejor que puedas llegar a ser.-Harold Taylor.

 “!Y yo más..!“ podría ser el lema de éste tipo de Jefes.

Su espíritu híper competitivo  les hace ir con desmesura a por todas. Quieren batir el objetivo a toda costa. 


Lejos de ser conformistas y complacientes siempre buscan ir más allá. Batir sus marcas y mejorar su “performace”.


Por ello les gustan las comparaciones, los rankings. Les estimula medirse consigo mismos y sus compañeros, destacar…”una vez más”…


Se sienten en su salsa trabajando en entornos donde la competencia es elevada y es frecuente que se ofrezcan voluntarios ante sus superiores para participar en alguna prueba piloto o cumplir con alguna misión especial.


Más allá de su ambición, que la tienen, son personas muy activas, con afán de superación, que necesitan sobremanera el reconocimiento y a las que les gusta sobresalir por encima de los demás.


Su manera frenética y entusiasta de actuar, puede llevarles al descontrol, la insatisfacción y el autoritarismo, sometiéndoles a ellos y a sus equipo en un desgaste difícilmente sostenible en el tiempo.  


A pesar de ello, con la debida supervisión, son personas idóneas y muy valiosas para acometer retos y desafíos que destaquen por ser muy exigentes y cortoplacistas.


!!Paso, que voy!!…

EL JEFE PUNTUAL

Mejor llegar tres horas antes que tres minutos tarde. W. Shakespeare 

Llegar a a tiempo a las citas, respetar agendas, cumplir con el horario establecido, comenzar y terminar las reuniones a su hora,… estos son algunos ejemplos de un directivo puntual.

La puntualidad denota Ejemplaridad y profesionalidad. Es una muestra de respeto hacia los demás y responsabilidad.


Los Jefes puntuales cumplen con su agenda y son respetuosos con la de sus colaboradores. Llegan a la Oficina o al puesto de trabajo antes que los demás y marchan a su hora sin prolongar la jornada de manera tan interminable como innecesaria.


Estos Jefes optimizan su tiempo y cumplen los plazos establecidos para finalizar los proyectos o tareas; suelen ser metódicos, disciplinados y organizados. 


Aunque su celo por ser puntuales les puede volver demasiado puntillosos y convertirse en esclavos del reloj.


Ser puntual tiene muchas ventajas. Ya sabemos aquello que dice que al que madruga Dios le ayuda. 


Pues bien, la buena costumbre de la puntualidad hará rebajar el estrés, evita las prisas de última hora y disminuir los errores. Las prisas no son buenas consejeras 


Además de ser de buena educación la puntualidad mejora el clima de trabajo y la productividad. 


Llegar tarde; alargar las reuniones continuamente o empezarlas tarde; no tener hora de salida es algo que todos hemos sufrido, por activa o por pasiva. 


La impuntualidad no sólo genera malestar y entorpece el ritmo de trabajo diario , es sin lugar a dudas una muestra de desorden, falta de interés ademas de desconsideración y desprecio hacia los demás.

12.21.2022

EL AGRADECIMIENTO

El agradecimiento es la memoria del corazón. Lao Tsé

Donde hay agradecimiento no cabe la envidia ni el rencor. 

La Gratitud es signo de grandeza. La nobleza es la virtud que preside el agradecimiento y muestra el verdadero valor de una persona.

Mostrar agradecimiento nos permite disfrutar de una experiencia  positiva y emoción liberadora que, a la luz de evidencias científicas, mejora nuestra salud y bienestar.

Pero no se trata meramente de saldar una deuda moral y para intentar restaurar el equilibrio en una relación. 

Más bien cuando expresamos nuestra gratitud, es un acto de amor y reconocimiento hacia la persona que nos ha tendido una mano prestándonos su ayuda cuando la necesitábamos.

Dicen que el ingrato no tiene memoria . Enlazándolo con la frase de Lao Tsé, de la cabecera, más bien no tiene corazón.

Los ingratos son arrogantes y tienen una visión narcisista y egocéntrica de la vida creyéndose merecedores de todo lo que reciben, dando por sentado la ayuda que reciben. 

Y como indica el refrán: Es de bien nacidos ser agradecidos. 

Gracias, gracias, gracias….!

12.20.2022

LIDERAZGO Y LEALTAD

 


La Lealtad es el camino más corto entre dos corazones. Ortega y Gasset.

La Lealtad es como un pegamento que genera adhesiones en torno a una causa o persona. Sirve para sellar relaciones y en su ausencia aflora la desconfianza, se siembra la traición y nos conduce al fracaso.

Ser leal a alguien no es practicar un mero seguidismo. Implica ser valiente, generoso y tener carácter; es ser transparente y sincero con la persona a la que se es leal. Es decirle las cosas a la cara no a sus espaldas.

La persona leal es fiel a sus principios y a la palabra dada.

Para un liderazgo sostenible Liderazgo y Lealtad deben ir de la mano.

Pero ésta no se gana con la coacción o el miedo, ni tampoco con la compra de voluntades. Se adquiere con el tiempo y debe estar basada en la confianza y el respeto mutuo, la honestidad y la justicia.

Un líder puede exigir obediencia pero nunca lealtad, pues ésta, se la tendrá que ganar en el día a día. La lealtad no se puede imponer, se otorga de manera voluntaria a la persona que se hace acreedora de ella.

Pero porqué es importante para un líder generar a su alrededor lealtad?. La lealtad aviva el compromiso, crea un vínculo intangible que cohesiona al grupo en post de una causa u objetivo.

 Rodeado de un equipo  de leales, el líder sabe que cuenta con un conjunto de personas ,motivadas e inquebrantables, que no escatimarán esfuerzo por ayudarle a conseguir las metas.

Leales o traidores? …

12.09.2022

MADUREZ Y LIDERAZGO

 


La madurez es la capacidad de escapar de la categorización. (K. Rexroth)

Alcanzar la madurez como persona implica aceptarse uno mismo tal como uno es, conectado con la realidad sin caer en falsas ilusiones ni victimismos.


La madurez camina de la mano de la experiencia y es fuente sabiduría y serenidad. 


Ser una persona madura es conocerse a sí mismo con sus virtudes y defectos, es gozar de las imperfecciones y gestionar las contradicciones que nos presenta la vida.


Ser maduro es apreciar el verdadero valor de las cosas por pequeñas o fugaces que sean. La persona madura ha aprendido a actuar con autonomía,responsabilidad y sensatez dejando a un lado su impulsividad. 


La madurez no es una mera cuestión de edad supone desarrollarse como persona sacando provecho de su caudal de vivencias.


Llevado al liderazgo y la gestión directiva, la madurez supone tener la capacidad de actuar con autonomía y responsabilidad para tomar y asumir decisiones en pos de la meta y objetivos perseguidos.


Un directivo tiene,por ende, que  ser una persona madura que goce de la calma, serenidad, criterio y peso específico para gestionar, sin sobresaltos y volubilidad, la misión encomendada.


Por contra los directivos inmaduros no gestionan bien sus emociones. Caen fácilmente en el victimismo, el abatimiento y la resignación. Son volubles, egocentricos, cortoplacistas y caprichosos además de dependientes y excesivamente “demanding”.


La madurez del directivo nos ofrece compromiso, responsabilidad y sentido común.