8.13.2011

EL VALOR DE LOS VALORES




Amar es encontrar en la Felicidad de otro tu propia Felicidad

Leibniz

Observo con frecuencia, como muchos Directivos que se sienten plenamente capaces y seguros de sus competencias técnicas, desconfian de su habilidad para enfrentarse a situaciones en las que las que se ve comprometida su capacidad de liderazgo. Se sienten seguros de si mismos manejando todo el bagaje de conocimientos para los que han sido profusamente formados durante años. Por contra se muestran indefensos e incomodos en todo aquello que implique afirmar su impronta y liderazgo personal gestionando un Equipos de personas.

Con ello no solamente reflejan su profundo individualismo ,en el que han sido educados, sino tambien su falta de hábito en todo lo tocante a la relación y cooperación con los demas. Su afirmación como personas se ha basado por sobresalir en el entorno competitivo en el que se mueven, potenciando su singularidad individual sobre el logro colectivo. Podríamos decir que su paradigma ha sido el de la excasez o suma cero: Si otro gana yo pierdo, en lugar de regise por el Principio de Abundancia en el que se pone el foco en la potencialidad de las situaciones y en la capacidad de generar valor compartiendo y cooperando con otros .

Conocedores de sus carencias, me suelen comentarsu preocupaciones en este terrerno, diciendome cosas tales como : Se que necesito de mi Equipo, pero no se como hacerme con él;preciso mejorar el rendimiento de mi Equipo y siento que estamos al límite, no creo que aguantemos mucho a este ritmo de exigencia; Yo no confío demasiado en mi gente y creo que ellos tampoco confían en mi; Estoy demasiado ocupado para ocuparme de las personas a mi cargo; No se como actuar, ni como lograr qyue me hagan caso, necesito técnicas que me permitan gestionar mejor a mi equipo; Me siento inseguro e incomodo al escuchar sus inquietudes, no tengo autonomía ni respuestas para ellas, me gustaría ayudar mas a mi Equipo, pero para ellos sólo soy un controlador; Sólo cuento con unos pocos que son competentes, del resto mejor no hablar.......

¿Qué he de hacer? ¿Qué cosas debo cambiar?¿Cómo puedo dar la vuelta a esta situación? Son cuetiones que escucho a menudo y ante las cuales tras una intensa y profunda conversación muchas veces llegamos a la conclusión que mas allá de utilizar herramientas y técnicas complejas de Management, la solución, como casi siempre, la tenemos ante nosostros mismos, tras la débil y apagada voz de la conciencia, entendida ésta como la depositaria de los Principios Naturales que rigen la vida humana, como dictamen de la razón ó conciencia moral del bien y del mal.

Con ello nos estamos refiriendo a la importancia que tiene, máxime en estos momentos de tremenda incertidumbre y umbrales desconocidos, guiarse por los principios básicos y naturales inherentes a nuestra condición humana, cuya expresión a nivel de comportamiento se traduce en un conjunto de valores que funcionan como elementos rectores y guía moral de nuestra vida ayudándonos a jerarquizar, evaluar, y tomar decisiones cuando estas son precisas.

De todos los que prodríamos enunciar, y del cual se derivan otros, el mas relevante a mi entender es el Principio de la Dignidad Humana, basado en la singularidad y legitimidad de cada ser humano, constitutivo y merecedor por el mero hecho de serlo, del reconocimiento y respeto por parte de sus semejantes. Es el Principio del Amor y cuya máxima expresión se resume en: trata a los otros como querrías que ellos te trataran a ti.

Otra derivada de ésta ídea fue entre otros expresada por Kant, en sus famosos imperativos categóricos cuando señalaba: "Trata a las personas no como un medio.Obra de tal modo que trates a la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, nunca meramente como un medio, sino que, en todo momento, la trates también como a un fin".

Pensamiento éste que cobra hoy día más vigencia en el mundo profesional y de los negocios si cabe, en la cual muchas veces nos guíamos por un principio utilitarista en el que nos servimos de las personas, y así las consideramos, en tanto nos son útiles para los fines que perseguimos. Las personas y en este caso nuestros colaboradores son vistos a nuestros ojos como meras herramientas o instrumentos para alcanzar los objetivos personales y corporativos propuestos.

En lugar de ello, relacionate con las personas que te rodean como lo que verdaderamente son, seres humanos valiosos, únicos e irrepetibles. Muestrales además de respeto, tu aprecio y comunicate con ellas desde la esencia común que ambos compartis. Que las diferencias superficiales no os separen, ni menos os enfrenten. Es mucho mas lo que tenéis en común y ponéis en juego.

Otros principios primarios y universales que se nos ofrecen como valiosos y prágmaticos son los Principios de la Integridad, Justicia y Equidad.

Si nos comportamos de manera integra y somos coherentes con nuestros valores seremos vistos como unos profesionales honestos, merecedores de que los demás depositen su confianza en nosotros, reforzando nuestro Liderazgo e influencia. Muestrate sin dobleces, de manera franca, diciendo las cosas a la cara, sin reservarte tu punto de vista ni ocultando tus verdaderas intenciones y juicios.

Confianza que se vera reforzada cuando nuestro comportamiento no es arbitrario ni errático, sino que al contrario nos guiamos en nuestra vida y particularmente en relación con nuestro Equipo, como personas que actuamos con justicia, tratando a los demás como les corresponde, por igual y de foma similar en circunstancias similares. Ello implica dejar a un lado los favoritismos en los que a menudo, por simpatía o mera conveniencia, solemos dar a algunas personas en menoscabo de la imparcialidad o igualdad de oportunidades que todos nos merecemos. Equidad que implicara atender a cada uno según sus posibilidades y merecimientos.

Otro Principio Natural es el del Crecimiento, entendido este como el desarrollo del potencial y busqueda de la plenitud que se manifiesta en cada ser humano desde su nacimiento en su afán por sobrevivir como individuo y como especie. Seguir este principio es manisfestar una conducta orientada a la creacción de valor y búsqueda de la excelencia. Es promover una cultura sustentada en el afán de progresar, tanto a nivel personal como colectivo. Permitir y comprender el proceso aprendizaje como camino hacia el desarrollo y la mejora.

Seguir el Principio del Crecimiento es apostar por la madurez y responsabilidad personal, proporcionando las condiciones en las que las personas crecen y dan lo mejor de si mismas de forma autónoma y voluntaria, en su afán natural de completarse y mejorar como ser humano.

En todos tus actos comportate de forma generosa y se benevolente. No te comportes de acuerdo al término que acuño el filósofo ingles Tomas Hobbés según el cual Homo hominni Lupus. Guíate por el Principio de la Benevolencia o Simpatía mediante el cual nos abrimos y entregamos a los sentimientos ajenos y compartimos con nuestros semejante su gozo y felicidad. Ser benevolentes, de acuerdo a su etimología latina (Benevolens) es mostrar buena voluntad hacia las personas y tener predisposición a hacer el bien, estándo dispuesto a ayudar a los demás cuando lo necesitan.

No se debe confundir, benevolencia con debilidad o fragilidad de carácter. El benevolente es consciente de sus fortalezas y poder, pero con su bonomía cultiva amistades, genera simpatías y adhesiones, une alejando de si rencores, iras y odios.

Pero seguir los dictados de la Ley Natural es atender a la vida no sólo desde una visión individual de cada ser, sino tambien desde una visión superior o colectiva que garantice la adaptabilidad y supervivencia de cada especie y en concreto de la especie húmana. Esto es lo que persigue evidentemente el Principio de Solidaridad, por el que los hombres cooperan los unos con los otros de forma interdependiente con el fin de sobrevivir en primera instancia y contribuir al progreso y desarrollo de la Humanidad. Aplicado al comportamiento profesional es alinear los objetivos individuales y colectivos, poniendo en valor éstos últimos prevaleciendo el bien común sobre el individual. Es fomentar la cooperación, el trabajo en equipo, la interactuación y la integración de visiones divergentes en su génesis pero convergentes en sus propósitos.

Este Principio de Solidaridad se complementa con los Principios de Utilidad según el cual cuando nuestra actuación, frente a diferentes alternativas, deberá perseguir beneficiar al mayor número de personas y el Principio de Realidad o del Deber, denominado así por Freud, quien contraponía este principio por perseguir, atendiendo a los condicionantes externos y circunstancias presentes, un bien superior o permanente, al Principio del Placer o Displacer mediante el cual los hombres buscamos el placer inmediato como principio utilitarista que alivia tensiones y economiza energía.

Ejemplo de éste principio es el famoso experimento conocido por MarshMallov, llevado a cabo con niños sentados sólos frente a un montón de golosinas, a los que se les ofrecía una recompensa mayor si eran capaces de resistir a la tentación de llevarse a una directamente a la boca sin esperar a que pasara el tiempo estipulado. Los resultados mostraron estadísticamente que aquellos niños que fueron capaces de resistir la tentación y soportaron la presión de no llevarse el caramelo a la boca, mientran veían a otros compañeros hacerlo, fueron personas a las que de mayores se mostraron mas maduras y les sonrió el éxito en su vida.

Quedaría incompleto el repertorio de principios si dejaramos de mencionar el Principio de la Libertad como principio fundamental del Ser Humano. Libertad que en éste caso debemos entender como la legitimidad de cada uno a ser singular y diferente, a optar y decidir responsablemente comportarse de una determinada manera. Como señalaba el filfósofo humanista Eric Fromm: Dos Caminos se Bifurcaban Frente a Mí, Yo Escogí el Menos Transitado y eso Hizo la Diferencia.

Si seguimos este principio huiremos de un estilo de gestión autoritarista en el que somos nostros los que primero fijamos y luego imponemos las reglas que deben ser acatadas. Cobrará sentido la seducción, la sugerencia el descubrimiento frente a la imposición. Sólo desde el respeto a la Libertad individual las personas aceptan voluntariamente las reglas coletivas y se potencia su compromiso e implicación.

Como hemos visto, cuando nos sabemos como actuar o que camino seguir, la Etica nos proporciona respuestas eficaces para orientar nuestro comportamiento basado en un conjunto de valores y reglas morales. Por ello una de las responsabilidades del Sistema Educativo y la Sociedad en su conjunto es restaurar el orden de sus valores y paradigmas, prevalenciendo los valores universales y primigenios sobre los efímeros y contrarios a la naturaleza y dignidad del hombre

Casi todos podemos soportar la adversidad, pero si queréis probar el carácter de un hombre, dadle poder

. Abraham Lincoln