6.30.2011

CONECTA CON TU VULNERABILIDAD




Aceptar nuestra vulnerabilidad en lugar de tratar de ocultarla es la mejor manera de adaptarse a la realidad.

David Viscott

Hoy te proponemos que te atrevas a ser vulnerable, que dejes atrás aquellos miedos y creencias que te impiden mostrarte a los demás como eres, singular, irrepetible lleno de fortalezas y con tus debilidades.

Deja a un lado la vieja creencia que asume sin más que mostrar tus limitaciones es exponerte al ataque y la agresión. Rompe con el paradigma de la lucha de poder, confía por en el win to win y destierra tu pensamiento restrictivo que te dice que para que alguien gane otro tiene que perder. No caigas en la dualidad maniquea del bien frente al mal, del dominador y el dominado

Es una pena ver como muchos Directivos, son incapaces de ser genuinos y sinceros, comportándose como meras caricaturas que representan un papel dentro de su Empresa y su entorno más próximo. Tienen miedo a no dar la talla, necesitan demostrar en todo momento. Quieren comportarse como lo que no son. Aparentar ser perfectos. Se muestran autosuficientes y en lugar de colaborar internamente se dedican a competir, incluso hasta a veces deslealmente

No tengas miedo a reconocer sus flaquezas y errores, a expresar tus necesidades, a pedir feedback sobre tu desempeño. No caigas en la trampa de ser distante, convertirte en un autista emocional, prisionero de tus mentirás e inseguridades. Ábrete a los demás, pide y ofrece tu ayuda , evita el aislamiento y elimina todas las barreras que impiden una comunicación franca y fluida, con tus jefes, compañeros y colaboradores.

El Líder moderno, ejerce su liderazgo desde la proximidad, la franqueza, la honestidad, la colaboración y la autonomía que otorga. No quieras pretender ser el más fuerte, saber más que los demás, aparentar ser el mas listo de la clase y querer tener todas las respuestas. Ser D. Perfect@ además de imposible es inútil y perjudicial para enfrentar con éxito los desafíos de nuestra época.

El primer paso para mostrar tu vulnerabilidad es reconocerla. Es permitirte una mirada hacia tu interior y hacer un ejercicio de autocrítica, en el que de forma valiente y honesta contigo mismo te atrevas a enfrentarte con tu forma de Ser. Sólo desde la aceptación de lo que eres, con tus puntos fuertes y débiles, con tus necesidades y carencias, podrás liberarte y desarrollar tus capacidades y crecer como profesional y persona.

Debes saber que la vulnerabilidad es consustancial al Ser Humano. Es una manifestación de tus necesidades. Ocultarlas sólo hará que tu frustración vaya en aumento. En lugar de ello comunícate con franqueza, informa a los que te rodean de tus necesidades, háblales de los que sientes, de lo que te falta. No por ello tu autoestima decrecerá y tu imagen pública se verá empequeñecida. Muy al contrario, te hará mas fuerte a los ojos de los demás, incluso de tus posibles, reales o imaginarios, enemigos.

Reconocer tus carencias, compartir tus sentimientos, mostrarte sincero y humilde será una demostración de proximidad y fuerza personal que generará un caudal de confianza y compromiso, en el que las relaciones personales y la cooperación se verán sin duda fortalecidas.

Conecta con tu vulnerabilidad, y desde ella, sin caer en la manipulación ni chantajes emocionales, habla sin temor de tus dudas y preocupaciones con tus jefes, solicita su feedback, comparte con tus colaboradores tus anhelos, tus necesidades, reconoce tus equivocaciones, pide su opinión y genera un entorno para colaboración en el que el juego de peticiones y ofertas gestionará eficazmente la diversidad y las capacidades individuales, ejerciendo un efecto multiplicador en los resultados que se pretenden alcanzar.

Atrévete a ser autentico, sincero y honesto contigo mismo y con los otros. Respétate y respeta. Y no olvides que por mucho que intentes ocultar ,al final siempre la verdad acaba resplandeciendo.

Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es.


Jean Paul Sartre.

6.18.2011

AUTOEXIGENCIA, SÍ.....PERO MENOS


Cuando pretendemos practicar las virtudes hasta el extremo, aparecen los vicios... Criticamos la perfección misma (Pascal Pensées)


Si eres una persona perfeccionista, a la que nada le parece bastante, si te sientes insatisfecha, si no puedes parar, si te cuesta desconectar y te exiges cada día más viviendo al límite, si te quieres hacer cargo de todo, si eres una persona hipercrítica contigo misma, si no valoras suficientemente lo que haces y te autodecepcionas e incriminas por ello, puede que hayas caído bajo las silenciosas garras de la auto exigencia.

En su justa medida unas dosis de autoexigencia y constancia en el esfuerzo son necesarias para plantearnos nuevas metas, huir del conformismo y ayudarnos a crecer como personas, enfrentando y superando nuestros retos, pero cuando caemos presos de ella, es uno de nuestros mayores quiebres emocionales.

Vivir en la autoexigencia es vivir en un estado emocional frágil y quebradizo, en el cual nos siempre nos ponemos a prueba. Detrás de nuestras acciones, de nuestro trabajo lo que está juego somos nosotros, el concepto que tenemos de nosotros mismos de manera que acabamos de forma insana confundiendo nuestro Ser con nuestro Hacer.

Lamentablemente cada día es más frecuente ver en el entorno empresarial como los Ejecutivos de hoy, y sobremanera las Ejecutivas, viven instalados en la autoexigencia. Ella les hace conducirse con una competencia exacerbada que les va situando progresivamente en niveles más elevados de exigencia, desafiando continuamente sus propios límites.

¿Qué se oculta tras este comportamiento? Podríamos a simple vista decir que se trata de la expresión de una ambición y ego desmedida. Podría ser… algunas personas no saben controlar su enorme ego y tienen una visión narcisista de la vida de suerte que ponen el foco en si mismas. Su alta autoestima y elevada autoexigencia hacen que la búsqueda del ideal dentro de ellas les genere una elevada necesidad de reconocimiento, les hace exigirse mas y mas, buscando en todo lo que hacen la perfección, viviendo en un continuo estado de insatisfacción acabando por ser víctimas de su afán por la perfección, mostrándose en su entorno como personas distantes, competitivas y creídas de si mismas. Anteponen sus proyectos personales a las relaciones con su familia o en el trabajo. Se exigen mucho a si mismas y a los demás, quienes para ellas no suelen estar a las alturas de sus expectativas. Están rodeados de inútiles a su juicio

Mas común es que la autoexigencia sea producto de un déficit de autoestima o lo que es igual un escaso concepto que podamos tener de nosotros mismos, valoración que puede estar profundamente arraigada en creencias limitantes que se ha ido instalando desde temprana edad.

Esta falta de confianza e inseguridad interior hace que vivamos en un estado de necesidad permanente de autoafirmación, en una búsqueda constante de la aprobación interior y externa, sintiendo la imperiosa necesidad de demostrarnos primero a nosotros mismos y luego a los otros lo que valemos a través de nuestras obras. Buscamos el halago, la recompensa, el prestigio y el reconocimiento social. Somos esclavos de nuestra necesidad de someternos y agradar a los demás, de no defraudarles ni defraudarnos.

Esta falta de aceptación de lo que somos, con nuestras fortalezas y debilidades hace que nos sometamos a un estado de exigencia y presión cada vez mayor. Nada de lo que hagamos nos parece suficiente o bien hecho. La plenitud como personas la queremos alcanzar por medio de nuestros logros. Pero todo es poco, nada basta. En lugar de poner foco en lo alcanzado, nos centramos en lo que nos falta, en las carencias. Detrás de cada objetivo conseguido hay una nueva Meta. De una actitud de disfrute por lo conseguido pasamos a un estado de insatisfacción permanente en el que quedamos atrapados.

Esta tensión y ansia por la perfección, por estar a la altura de las expectativas, nos hace hipersensibles ante nuestros errores y las criticas. Curiosamente somos nosotros los jueces y verdugos de nosotros mismos mas implacables. Encontramos dificultad para perdonarnos. No nos mostramos benevolentes , ni mucho menos nos permitimos mostrarnos vulnerables, rechazando errónea e infructuosamente toda ayuda exterior.

Necesitamos sentir que controlamos todo, que nada se nos escapa, cuidamos todos los compulsivamente los detalles, nos volvemos maniáticos, nuestra inseguridad nos hace volvernos rígidos y poco flexibles, nos volvemos susceptibles, necesitamos demostrar muestra competencia a toda costa, sin fisuras ni espacios para el error y la crítica y acabamos siendo controlados por nuestro control.

Convertimos nuestros errores en fracasos personales, al ser hipercríticos con nuestro desempeño, y exigirnos cada día mas no nos valoramos suficientemente y pasamos a culparnos por ello. Tendemos también a reaccionar muy mal ante las críticas ajenas, bien retrayéndonos o respondiendo con un exceso de agresividad. Sólo nosotros tenemos permiso para juzgarnos y hacernos daño. Igualmente desde la exigencia tendemos a ser muy poco tolerantes con nosotros (si no somos capaces de aceptarnos) y con los otros.

De un estadio inicial en el que controlamos y reprimimos nuestras emociones, por aquello de ser perfectos y no mostrar nuestras vulnerabilidades, nos acabamos convirtiendo en personas  irascibles y volubles, descargando nuestro desajuste emocional con nuestra familia, nuestros jefes y nuestros colaboradores y amigos

De la baja autoestima pasamos a la autoexigencia, al estres, de ahí a la autodecepción, el autocastigo y finalmente a la depresión o ansiedad.

Este bucle pernicioso, nos va minando y sometiendo a una tensión, con continuas descargas de adrenalina y cortisolcada vez mayor. Nuestra confianza se va resquebrajando y nuestros temores y miedos se acrecientan, nos vamos progresivamente paralizando, y esta fuerza inicial que era la autoexigencia ahora afecta seriamente a nuestro desempeño. Nos bloquea y nos impide enfrentarnos la nuevos proyectos y metas, por asequibles que sean por temor al fracaso.

Por ello es necesario darse cuenta de los que nos pasa y reaccionar antes que sea demasiado tarde y nuestra salud y rendimiento reclame el pago de nuestro comportamiento obsesivo.

Si esto te sucede no te desanimes, aquí encontrarás algunas claves que te pueden ayudar para escapar de la autoexigencia.

1) Aprender a conocerte, aceptarte y quererte. Conecta contigo mismo, acéptate tal como eres. Eres único y singular. Con tus límites, tus fortalezas y debilidades.

2)  Muestrate auténtico. No pretendas aparentar lo que no eres.No seas mas D. Perfect@. Atrevete a mostrar y compartir tus vulnerabilidades. No quieras tener todas las respuestas. Busca colaboración, déjate ayudar.

3) Relájate. Relativiza, se mas liviano y no te quieras hacer cargo de todo. No te sobrecargues con tareas.Planifica y deja tiempo para el descanso. No te obsesiones o dramatices en exceso. Gana perspectiva. Aprende a desconectar y distanciarte de los problemas. Se flexible y no seas tan estricto ni dogmatico.

4) Ábrete al exterior. Aleja el foco de ti. No quieras ser el protagonista Mira al mundo y disfruta y aprende de él. Aprende a disfrutar con la gente, a relacionarte con los demás. No los mires como competidores tuyos. Están para compartir y ayudarse mutuamente.

5) Busca a través de la excelencia la forma de crecer como persona. Disfruta con y de lo que haces, vívelo como un proceso de aprendizaje. Pierde el miedo a equivocarte. Mira el error como una enseñanza en lugar de un fracaso personal. Piensa que no hay fracasos sólo resultados.

6) Se compresivo, indulgente y compasivo. Contigo mismo en primer lugar y con los que te rodean. Diviértete, disfruta, sonríe, saca a flote tu sentido del humor. Te ayudará a superar los baches y dificultades.

7) Piensa en positivo. Céntrate en los logros y fortalezas. Valora tus propias capacidades. Aleja los pensamientos limitantes. Aparta los temores infundados. Se proactivo y anticípate ante las dificultades que se avecinan.

8) Huye de la búsqueda del ideal y de la perfección. Es ilusorio y sólo existe en nuestra mente. En lugar de ello pon el foco en el aprendizaje, en mejorar cada día un poco mas, en conocer e incorporar a tu vida experiencias nuevas.

9) Gana en autonomía. Independízate.Aprende a decir que no. No busques la aprobación continua de los demás. Decide por ti mismo. No vivas de juicios ajenos.Aprende a valorarte por ti mismo. Reconoce tus logros, tus éxitos.

10) Lleva una vida sana. Haz ejercicio habitualmente, cumple unos horarios regularmente, utiliza técnicas de relajación, no tomes estimulantes. Aparta progresivamente el café, tabaco y alcohol de tu vida. Cuida tu alimentación.


Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es

Jean Paul Sartre

6.13.2011

DE LA INSTRUCCION A LA INSPIRACION



Quien tiene algo por qué vivir, es capaz de soportar cualquier cómo
Nietzsche

Estamos asistiendo a un cambio de paradigmas en nuestro mundo . Como no podía ser de otra forma este cambio de paradigmas afecta también al ámbito deL  Management. Vivimos inmersos en una profunda transformación sociocultural en la que los viejos axiomas están en cuestión ya que se revelan incapaces de dar las respuestas que todos hoy necesitamos.


En un contexto de Sociedades avanzadas y maduras, en las que la Era del Conocimiento está dejando paso a la Era de la Información en Red, en una situación de cambio y progreso permanente, en la que las competencias y sobre manera los conocimientos de hoy no nos servirán en un futuro, el Liderazgo y la figura del líder tiene necesariamente que ser evolutiva y adaptarse.

El Liderazgo individual y jerárquico pierde terreno frente a un Liderazgo compartido que fluye por toda la Organización, y de un Liderazgo situacional, contingente y transaccional estamos pasando a un Liderazgo transformacional en el prima la capacidad para transformar la Organización y los Equipos que forman parte de la misma.

Hoy en día el Líder capacitador, conductista e instructor deja paso al Líder Inspirador. La figura del Líder se convierte en un verdadero iluminador de escenarios, en el que su visión le permite iluminar el futuro y generar nuevas realidades que es capaz de transmitir y compartir con sus Equipos y seguidores.

Sus dotes de comunicación le convierte en creador de estados de realidad y conciencia ilusionantes, retadores y atractivos, motivando a sus equipos y dotándoles de un sentido Entidad y de pertenencia común.

A partir del conocimiento y dominio de su mismo, de la identificación y autocontrol de sus emociones, de su capacidad de empatía, se habilita para conectar e interpretar adecuadamente el momento emocional de su Equipo y de sus miembros utilizando este conocimiento para abrir espacios de intervención.

El Líder de hoy además de ser un inspirador e iluminador de escenarios necesita ser un autentico y probado Gestor de Estados de Ánimo y Expectativas. Su capacidad de Liderazgo transformacional tiene que generar el contexto organizativo y personal preciso para que se libere el talento y las personas se conviertan en verdaderos protagonistas de su desarrollo y del futuro de la Organización.

Su misión como Líder no será tanto ejecutar e instruir, en lugar de ello se tiene que convertir en un arquitecto de la Cultura Organizativa. Su responsabilidad será mostrar el camino, iluminar la senda, orientar, guiar en post de los objetivos, ,empoderar y energizar a sus equipos.


Su Liderazgo debe ofrecer una visión retadora y estimulante, capaz de influir e inspirar, y sobre manera de movilizar compromisos. Deber convertirse en un aglutinador de Equipos, en el que la riqueza y la creatividad surge de la diversidad de todos sus miembros integrando diferentes perspectivas y armonizando los valores y creencias individuales con las de la Organización de tal suerte que confiere sentido de futuro y propósito a las acciones de hoy. Sustituyendo la competencia insolidaria por la cooperación entre sus Equipos y miembros de los mismos.

Se servirá para ello de su Pensamiento Estratégico, en su capacidad para definir y establecer objetivos, en su maestría en poner el foco en los aspectos clave. Necesitará el Pensamiento Creativo para romper y desafiar los tradicionales paradigmas, para adentrase en el futuro, cuestionando las cosas y buscando nuevas fuentes de valor.

Tambien le acompañara en su tarea el Pensamiento Sistémico, aquel que transciende de la causalidad lineal yen el que sin perder de vista los detalles no se pierde la visión de conjunto, conociendo las interrelaciones que coexisten e interactúan en una situación, identificando las palancas que se debe accionar para provocar el cambio deseado.

El nuevo Líder en un entorno cambiante y un futuro incierto, por encima de todo debe ser un gestor del cambio y de las transiciones continuas y necesarias alcanzar la visión propuesta y aceptada por todos. Su Liderazgo debe conducirse de forma flexible y ejemplarizante, e irradiar,y convertirse en un eficaz catalizador de las transformaciones tanto personales como estructurales de la Organización, en la que los autenticos protagonistas y artifices del cambio son sus Equipos.

Este nuevo Líder hará gala de un Pensamiento Expansivo en lugar de restrictivo, en el que los problemas, se hacen propios, se enfrentan de forma responsable por todos , se convierten en retos y se visualizan como oportunidades de aprendizaje y desarrollo y mejora. Será cometido suyo sustituir un Liderazgo basado en la jefatura y el control por otro menos dirigista, mas participativo y estimulante que genere nuevos escenarios de posibilidades.

.Tan importante o más que lo anterior, si hemos dicho que el nuevo Líder es un generador de estados de conciencia emocional, es que actuando sobre los siguientes ámbitos de intervención: El mismo, los demás, sus relaciones, el conjunto del sistema y sirviéndose de la comunicación, cree las condiciones para pasar estados emocionales donde prima la inseguridad e indecisión a otros abonados para confianza y la determinación, convirtiendo los estados de ánimo que nos sumen en la desesperanza por otros en los que la ilusión y el entusiasmo impulsan a la gente, transformando el temor por la resolución, transitando de la resignación por la ambición, alejando de sus equipos la confusión, el agobio ofreciendo a cambio la serenidad y satisfacción que da el disfrute del aprendizaje y el logro. En definitiva interviniendo en el presente, desterrando el pesimismo y proporcionado un visión positiva del hoy que permita transitar hacia un futuro mejor

Ejemplo es liderazgo
Albert schweitzer

6.01.2011

LA VIRTUD CONSISTE EN MANTENER EL EQUILIBRIO

la armonía y el equilibrio
 Foto de archivo - 3474234

La armonía total de este mundo está formada por una natural aglomeración de discordancias


Seneca

La persona virtuosa es aquella que vive en armonía consigo mismo y con los demás. Es quien ha encontrado el equilibrio y bienestar entre su cuerpo, mente y vida emocional. Ello gracias a actuar conforme a sus emociones y pensamientos, alineando sus acciones con sus palabras y sentimientos.

Walking the talk, como dicen en Inglés, nos permitirá se coherentes y consecuentes con nuestros principios y valores, con todas aquellas cosas que son importantes en nuestra vida.

Atender a nuestro cuerpo, escuchar sus señales, cuidarlo nos dará el bienestar y energía necesaria para realizarnos en la vida, tanto a nivel profesional como familiar. Sentir y reconocer nuestras emociones, legitimándolas y decidiendo que hacer con ellas nos dará una estabilidad y confianza emocional necesaria para afrontar los retos y desafíos que tendremos a superar en un entorno borroso y cambiante. Mantener una mente clara, limpia, llena de pensamientos positivos, nos empoderará y nos dará el arrojo y la sabiduría para avanzar hacia adelante y construir nuestro futuro.

Este estado de equilibrio, de homeostasis biológica y psicológica, nos permitirá abrirnos a los demás, a partir de nuestro conocimiento  y aceptación interior. Humildad, entrega, apertura, compasión, tolerancia, perdón, son palabras que con nuestro comportamiento pasarán a formar parte importante de nuestra vida.

Esta armonía interior nos dará la fuerza y sabiduría necesaria para alcanzar la plenitud, la paz y el amor. Si desterramos de nuestras vidas el estado de conflicto, confrontación, insatisfacción permanente y autoengaño, lograremos el autocontrol, la calma y serenidad necesarios para superar cuantos desafíos nos pongamos por delante. Nos servirá de llave para abrir las puertas del éxito personal y profesional.

Una vida equilibrada es una vida sin excesos, una vida de contrapesos, de atenciones y cuidados recíprocos. Supone armonía entre el Ying y el Yang, la alegría y la tristeza, equilibrio entre nuestra vida profesional y familiar, entre el desarrollo profesional y espiritual, constituye una balanza entre el deseo y el disfrute, entre la actividad y el descanso, el riesgo y la prudencia, la realidad y la ensoñación… armonía vital en la que nuestros ajustes y afinamientos continuos, vayan eliminando las tensiones y el estrés dando paso a una fuerza armónica que nos sostenga vigorosamente.

Todas estas facetas deben de forman parte de nuestra vida, constituyendo un todo, conviviendo, contrabalanceándose y realimentándose entre si. Todas tienen que ocupar un espacio, no decimos por igual, pero si importante dentro de nuestra existencia.

Ello implica prestar atención a nuestro quehacer diario. Cuidar y construir relaciones, mantener buenas conversaciones, abrirnos y entregarnos a los demás, atender a nuestra familia, hijos, implicarnos, sin caer en adiciones nocivas, en nuestro trabajo y desarrollo profesional, dejar un tiempo para nuestros amigos, cuidar nuestra salud, hacer ejercicio….

Si realmente queremos liberarnos de todas estas tensiones, alejar de nosotros estados depresivos o de ansiedad, si queremos caminar con paso firme y alegre, si queremos sentir la vida y que otros la sientan con nosotros alcanzando un estado de bienestar emocional y felicidad, tenemos que comenzar por descubrir que cosas son importantes en nuestra vida,preguntándonos ¿Cómo me siento?¿Qué me inquieta?¿Que mentiras me cuento?¿Qué prioridades tenemos en la vida? ¿Cuáles son nuestros valores?.

Un vez que nos hemos reencontrado con ellos, debemos de prestar atención a nuestros compromisos actuales, revisar cuales son y hacer los cambios precisos para ser consecuentes con nuestros principios y prioridades ¿Para qué me comporto como me me comporto? ¿Qué consigo..? ¿Es lo que quiero? ¿Qué cosas no funcionan? ¿Qué estoy desatendiendo? ¿Qué cambios debo hacer? Y a continuación, pasar a la acción y poner en marcha un Plan de Equilibrio Personal para encontrar la virtud en el inestable punto de equilibrio.

En todo caso, en tu búsqueda constante del equilibrio y armonía, te aconsejo que:

 - Te llenes de pensamientos positivos
 - Sonríe y abre tu cuerpo y tu espíritu a los demás
 - Abre tu mente a nuevas ideas y experiencias.
 - Dale a tu cuerpo todo el bienestar que te reclama.
 - Come sano y camina, haz ejercicio.
 - Conecta con la naturaleza, siéntela, respira sus aromas y contempla sus paisajes.
 - Relájate y estimúlate con la música.
  - Disfruta intensamente de la vida pero con refinamiento, deleite y mesura, no te la quieras beber toda de   un trago.

Hay que buscar el buen equilibrio en el movimiento y no en la quietud.

Bruce Lee

El equilibrio no se adquiere mecánicamente y de un modo inerte, sino a partir de la tensión y a causa de ella.

John Dewey