4.12.2016

SABER PLANTARSE


La mitad de nuestros problemas en la vida pueden ser identificados por haber dicho que si demasiado rápido o por haber dicho que no demasiado tarde.  - Josh Billings

O te pasas o te quedas corto. Cuan complicado es encontrar el punto justo y plantarse. Tan importante es saber “decir basta” , ¡Hasta aquí hemos llegado¡,  como saber ser paciente y tener la templanza suficiente para aguantar.

Es primordial no dejarse avasallar, no permitir que abusen de tu condición y situación, y demandar de los demás nos traten con el respeto y consideración que nos deben.

Pero ello no implica ser impaciente y “perder los estribos”. Hay que tener el suficiente equilibrio y adquirir la impronta necesaria para hacerse respetar así como tener la madurez precisa y el dominio de uno mismo para ser asertivo sin necesidad de ser agresivo.

Para hacer frente a los múltiples conflictos y dificultades que se presentan en nuestras Vidas cotidianas, tanto de índole personal como profesional, tenemos que aprender a “saber decir las cosas”, “saber ceder”  y comportarnos con serenidad y seguridad.

En lado opuesto si no nos sabemos “plantar” frente a algo con los que no estamos conformes , si no sabemos “decir no” y si no afirmamos nuestro parecer y criterio de manera franca y directa,  corremos el riesgo de ser no ser claros y mostrarnos evasivos o, en su caso, mostrarnos pasivos y someternos a los intereses y deseos ajenos.

4.06.2016

CULPAS PROPIAS Y AJENAS


Hay un remedio para la Culpa, reconocerla. Franz Grillparzer

Que inveterada costumbre la de señalar culpas ajenas con tal de no asumir responsabilidad alguna. Ya  señalaba la Biblia lo fácil que nos resulta ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro.

Estamos a menudo prestos a señalar con el dedo acusador y construir un relato tranquilizador que nos exonere de toda culpa. Pase lo que pase, los culpables son otros.

Esta falta de espíritu crítico hace que no reconozcamos nuestras faltas y errores alejándonos de toda posibilidad de mejora y enmienda.

Por otro lado cuando arrojamos permanentemente a otros sentimientos de culpabilidad  estamos manipulando y ejerciendo coacción sobre otras Personas deteriorando seriamente nuestras relaciones de convivencia.

Tampoco es deseable irnos al otro extremo. Hay quien se pasa todo el día echándose la culpa a si mismo erosionando peligrosamente su autoestima y confianza.

Esta continua autoinculpación de todo lo que uno piensa y  le sucede, se convierte en una práctica autodestructiva en la que se alimenta la frustración y el  resentimiento entregando el Poder de nuestras Vidas a los demás.

La clave está en tomar decisiones por uno mismo  y aceptar nuestros errores, asumiendo nuestros actos y las consecuencias de los mismos.