10.27.2010

SOBRE EL VERDADERO VALOR DE LOS JUICIOS



Los que nos diferencia a los seres humanos de los animales es nuestra capacidad de hacer juicios, de inferir el futuro, aquí y ahora, tomando como punto de referencia el pasado y nuestra experiencia o conciencia de lo vivido. Lo juicios actúan en nuestra vida como una brújula que nos orienta en nuestro camino de perfección y búsqueda de nuestra razón de ser. Los juicios son fundamentos de elección y decisión. Evalúan y conectan desde el presente el pasado con el futuro. Nos permiten adentrarnos con criterio y seguridad (tienden a ser conservadores al fundamentarse en lo acontecido) en el futuro y dar sentido a nuestra existencia.

Los juicios de valor nos preparan y predisponen para la acción distinguiendo lo bueno de lo malo, lo aceptable como inaceptable, lo justo de lo injusto, lo bello de lo feo, lo sano de lo insano, lo fuerte de lo débil. Vivimos en un mundo lleno de juicios y son precisamente los juicios los que conforman la realidad ,en el sentido que es través de los juicios que nos hacemos de lo que vivimos y acontece como creamos nuestra realidad subjetiva.Los juicios no sólo nos permiten interpretar la realidad, su verdadera grandeza es que sirven para crear una realidad nueva posterior a la emisión de juicio.

Lo que antes era, tras el juicio pasa a ser diferente a nuestros ojos, y si tenemos la autoridad y proporcionamos evidencias, a los ojos de los demás. Cuando emitimos un juicio sobre algo le atribuimos unas señas de identidad que transforman todo lo observado.

Dependerá precisamente de la autoridad o competencia que tengamos al emitir el juicio y de las afirmaciones que seamos capaces de mostrar facilitando evidencias de las mismas el que nuestros juicios sean fundados o infundados.

Ahora bien una de las características de los juicios es que no son fundamentalistas. Si algo distingue a un juicio de una afirmación que ellos albergan espacios para la discrepancia. En ese sentido el juicio es respetuoso con los otros juicios y con la aceptación de las personas que emiten juicios diferentes a los nuestros como seres legítimos y legitimados para hacerlos.

Los juicios generan realidades subjetivas diferentes dependiendo de quien los emite. En ese sentido debemos caer en la cuenta que no hay verdades ni realidades absolutas. Mientras que la verdad es algo sustantivo que se basa en la fundamentación, la realidad es una expresión predicativa que atribuye por los juicios de valor cualidades éticas, morales, morales, estéticas a nuestro entorno.

Pero no sólo se acaba aquí el tremendo poder de los juicios. En primer lugar ellos condicionan nuestra vivencia y estado emocional, surgiendo muchas veces las emociones como consecuencia de los juicios o interpretaciones que hacemos sobre las cosas que nos acontecen, predisponiéndonos o habilitándonos para unas u otras acciones que nos conducirán a los largo de la vida. Los juicios nos hacen tomar partido y nos comprometen a actuar.Así mismo ellos hablan tanto o mas de la Persona o la Sociedad que los emite que del propio objeto o ser sobre el cual se vierte el juicio. Es por ello que se menciona la doble cara de los juicios. Una mira hacia fuera, al mundo exterior, al observado y otra hacia adentro, al interior de la persona, al observador. El juicio de existencia atribuye cualidades y conforma identidades al objeto, por diferenciarlo del sujeto que los elabora, pero también transforma y revela al ser que los emite.

Los juicios en tanto evaluaciones .respuestas y toma de conciencia frente a unos hechos que acontecen, se pueden considerar como acciones que nos van a permitir abrir o cerrar un universo de posibilidades en el futuro. Con los juicios me percato sobre mi entorno y sobre mi mismo. Son los juicios los que nos van a permitir adoptar unas acciones y prohibir otras en el futuro completando nuestro devenir como ser y dando sentido a nuestra vida.

Mencionábamos que los juicios conectan el pasado con el futuro. Ello implica que es nuestra toma de conciencia y propia evaluación sobre los acontecido con anterioridad la que nos hacer inferir nuestra visión futura de la vida. Pero no sólo nos servimos de nuestra experiencia personal, como seres sociales que somos la tradición, el contexto social y el sistema de valores imperante en nuestra cultura condicionan sobremanera nuestra visión del mundo y por ende nuestro ser siendo.

Este relativismo cultural hace que lo que es bueno para uno no lo sea para otro, que lo aceptable y justo en una Sociedad resulte tabú o prohibido para otros. Todo ello no conduce a señalar que si somos capaces de discernir en los filtros y distinciones que utiliza un sujeto al interactuar con el mundo, podemos conocer mucho sobre la persona, sus valores, creencias y estados de conciencia, que juzga el devenir de lo que acontece.

Hay que llamar la atención ahora de varias trampas que nos pueden tender los juicios. Señalábamos que constituían nuestra guía para avanzar en el futuro con criterio y seguridad, que servían para discernir, para dar sentido a nuestras acciones y en definitva para luchar contra el libre albedrío y hacernos mas libres otorgándonos poder de decisión y elección.

Pero mucha veces no nos damos cuenta que en lugar de tener juicio y la capacidad de enjuiciar, son precisamente los juicios quienes nos tienen a nosotros. Esto sucede cuando nos llenamos de los que comúnmente llamamos prejuicios o etiquetas mentales previas, que de forma irreflexiva nos asaltan y predisponen, sin contraste ni evidencia, para condicionar nuestras opiniones y respuestas convirtiéndolas las mas de las veces en reacciones estereotipadas e inconscientes. Realmente son estos valores en la sombra los que guían nuestra conducta de una forma cuasi autómata. La valoración que hacemos sobre el sexo, raza, ideología, poder,riqueza, etc? de las personas son tópicos que las mas de las veces están basados en estos juicios autómaticos e irreflexivos de los que echamos mano como preclasificación y atajo convirtiéndonos en víctimas inconscientes de los mismos


Otra trampa que podemos caer cuando nos referimos a los juicios es creer que estos son universales e inmutables. Me refiero a lo equivocado de su generalización en el tiempo y el espacio. Cuando se emite o se escucha un juicio este se formula aquí y ahora. Se circunscribe a un determinado ámbito o faceta de la vida y su validez queda comprometida cuando se extiende a otros dominios. Cuando decimos que fulano o zutano es un desastre debemos de acotar y precisar en que disciplina o ámbito lo consideramos así. Un juicio puede tener validez en un determinado ámbito y en otro no.Por otro lado, pensar que los juicios son inmutables es anclarse en el pasado negar la posibilidad de cambio y aprendizaje, es confundir la esencia con la existencia o lo que es lo mismo el ser (o siendo)con el estar (estando). Aunque esto es un flujo sistémico y recurrente entre existencia y esencia.

Hemos visto que los juicios son actos lingüísticos necesarios para justificar y orientar nuestra existencia, ello hace que para ser personas independientes y autónomas necesitemos formular nuestros propios juicios y no vivir instalados en los juicios ajenos, coloreando nuestra existencia en base a los opiniones que tengan los demás sobre lo que sucede y peor aún sobre nosotros mismos. Esta forma de comportarnos además de atentar contra nuestra autenticidad como personas nos convierte en esclavos de los demás y nos vacía de toda autoestima, dándoles el poder sobre nuestra vida y descargando la responsabilidad de juzgar y juzgarnos en cabeza ajena.

Tan malo como lo anterior es vivir en un mundo onírico y fantasioso en el que hemos perdido el juicio, es decir la capacidad para fundamentar nuestros juicios, bien por situarlos fuera del contexto social o ilusión colectiva imperante o por tener desajustado nuestros parámetros de valoración o medida. Ello lleva a muchas personas a ser incapaces de evaluar adecuadamente lo que sucede a su alrededor, no pudiendo conducir acertadamente, sus vidas . Viven en un mundo para ellos arbitrario y sin sentido. Su propia incapacidad para fundamentar los juicios hace que tengan dificultades para interactuar en el mundo convirtiéndose en víctimas de su propio destino.

Como hemos visto estamos inmensos en una realidad subjetiva que se va transformando a medida que van cambiando nuestros juicios y ellos nos cambian a nosotros. A veces se nos escapa la importancia que ello tiene ya no somos conscientes que vivimos en un mundo interpretativo que condiciona nuestros sentimiento, emociones y acciones. Mundo abierto a las interpretaciones que hacen otras personas coexisten con nosotros. Ello implica necesariamente vivir en el relativismo y dejar un espacio para la tolerancia y aceptación de lo ajeno y diferente.

Para concluir os dejo con unas frases para la reflexión

La emoción que sientes no existe por si sóla, sino por las explicaciones que tu le das.

Nada nos engaña mas que nuestros propios juicios.

(Leonardo Da Vinci)

Cada vez que emites una crítica o juicios estás emitiendo algo terminará volviendo a ti

(Louise Hay)

La razón o juicio es la única cosa que nos hace hombres y nos distingue de los animales

(René Descartes)

10.13.2010

VIVIR EN PLENITUD


Vivir en plenitud. Esa es la verdadera clave de la felicidad. No importa cuanto éxito alcances ni cuanto bienestar tengas si disfrutas de una vida plena. ¿Y que es una vida plena? Cada uno tendrá que encontrar su propia respuesta tomando las riendas de su propia vida y dándole sentido a la misma. Pasar de victima a responsable, significa autoafirmarse y crecer como persona.

Vivir en libertad supone tomar el control de nuestra vida, abandonar el victimismo y no dejarse llevar por el libre albedrío. Tenemos mucho más poder del que nos podemos imaginar. Conformamos nuestro propio destino eligiendo libremente entre las diferentes opciones que se nos presentan.

Si buscas dentro de ti, veras que estas opciones se multiplican y te abren un mundo infinito de posibilidades. Vivir en plenitud implica un camino de aprendizaje y superación. Disfrutar del camino hacia tus metas y emplearte a fondo en post de tus objetivos, dando lo mejor de ti mismo, sin reservas, te ayudará a despojarte de tus miedos y frustraciones ante el fracaso.

Vivir una vida plena es creer tus propias capacidades. Es cultivar tu autoestima, ganar día a día en confianza y apostar por el crecimiento personal despojándote de toda resignación.

Vivir una vida plena implica llegar a conocerte mejor y tomar conciencia de tus emociones, tu mundo de creencias y valores, tu corporalidad. Escucharte a ti mismo, sentir plenamente tu cuerpo y mente te ayudará a buscar el equilibrio y la paz interior.

Vivir una vida plena es abrirse al mundo y estar en armonía con él. Evitar verlo como una amenaza y no encerrarse en ti mismo te abrirá las puertas hacia un nuevo mundo de posibilidades en la que uno transciende de sus propias limitaciones.
Vivir en plenitud, es un estado que va mas allá de tener alegría o gozar de los placeres superficiales de la vida.

Vivir en plenitud es ser una persona íntegra que vive en armonía y disfruta de la paz interior alineando tu mundo de valores con tu mundo emocional y tu comportamiento. Sólo actuando de acuerdo a tus sentimientos, sin traicionarlos y conforme a sus principios encontraras tu verdadero valor y autenticidad. La sinceridad y la autenticidad son las claves de una vida plena que nos conducirá hacia el verdadero bienestar espiritual.

Vivir una vida plena es tener conciencia plena de tus emociones. Aprender a reconocerlas, controlar tus impulsos y gestionar tus sentimientos .

Vivir una vida plena es liberarse de las ataduras del pasado y enfrentarse con optimismo y alegría al futuro. Es tener una visión positiva y renovada de la vida en la que lo que está por suceder depende de nosotros mismos. No importa cuan imperfectos seamos, los fracasos que hayamos tenido o la insatisfacciones que te haya dado la vida hasta el momento. Todo ha quedado atrás. Con nuestros pensamientos, emociones y actos vamos labrando nuestro devenir y perfeccionarnos como personas.

Vivir en plenitud es disfrutar intensamente del presente dando en todo momento lo mejor de ti. Actuando y tomando decisiones sobre tu vida aquí y ahora. No aplaces tus sueños ni te dejes lastrar por el ayer.

Vivir una vida plena es compartir y amar. Mostrarte vulnerable y abrirte a tus semejantes te ayudará crecer como persona. Se generoso, deja espacios para dar y recibir. Entrégate a los demás y verás como tu vida se enriquece.

Vivir un vida plena es aceptarse y aceptar a los demás. Reconocerte como ser humano, con sus virtudes y defectos darte permiso para ser tu mismo. Reconocer a los otros su singularidad y derechos va mas allá de la tolerancia. Mira a tus semejantes con los ojos de la comprensión y la humildad.

Vivir una vida plena es dejar atrás los odios e iras. Vivir en plenitud es abrirse al perdón y olvidar los rencores y resentimientos. Encuentra tu serenidad y reconcíliate contigo y con los demás.

Vivir una vida plena es aceptar el dolor y renunciar al sufrimiento. Es convertir los sacrificios en esfuerzo voluntario, es aprender a no darte por vencido aunque todo parezca volverse en contra. Haz que tu interior prevalezca sobre las circunstancias que te rodean. Tu eres el creador de tu propio Universo .

Vivir en plenitud es vivir sencillamente y librarse de la pesada carga de todo aquello que es accesorio y superfluo.

Vivir una vida plena es ser diligente y laborioso. Hacer del trabajo una virtud y combatir la pereza.

Vivir en plenitud es mostrar al mundo tu sonrisa. Vivir alegremente y contagiar tu alegría y vitalidad a los que te rodean.

Por último os dejo con unas frases para la reflexión

Cuando los cuervos encuentran una serpiente moribunda,se comportan como si fueran águilas.
(Shantideva)

Si me veo como víctima, sufro por fracasos insignificantes.

Aprende a ser como un espejo: Escucha y refleja la energía

(Texto Taoista)

El secreto de una vida plena es tener mas comienzos que finales

(Dave Weibaum)

Una vida que no es evaluada, no merece ser vivida

(Socrates)

El que todo lo juzga fácil encontrará la vida difícil

(Lao Tse)

Todos somos el resultado de lo que hemos pensado en el pasado

(Buda)

Sigue tus convicciones mas honestas y mantente firme.

(William Thackeray)

Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: Esos son los imprescindibles.

(Bertolt Brecht)

Si quieres un jardín, debes agacharte y tocar la tierra. La jardinería es una práctica, no una idea.

(Thich Nhat Hanh)

No vemos las cosas como son, sino tal como somos

(El Talmud)

No busques la perfección sino la autenticidad

(Filosofía Zen)

Tu eres Yo y yo soy tu

(Frase Maya)

Dios ama a tres clases de hombres: aquel que no se enoja, aquel que no renuncia a su libertad, y aquel que no guarda rencor

(Talmud)

Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos.

(Confucio)