8.27.2012

LA SOBERBIA



Donde hay Soberbia, habrá ignorancia. Mas donde hay Humildad habrá Sabiduría. Salomón

Si tuviéramos que elegir una  palabra que mejor caracterizara al Soberbio esta sería Sobrevaloración. Su arrogancia es fiel reflejo de la sobrevaloración de su Ego, lo que le hace comportarse de manera altiva y altanera.

Su engreimiento producto de una autoimagen desmesurada le convierte en un Ser tan vanidoso y creído de si mismo que se  aleja de la Realidad que otros ven.

La Persona soberbia se cree superior y con mas derechos que los demás a los cuales trata de manera prepotente, desconsiderada o displicente.

Su deseo de sentirse superior le lleva a menospreciar a los demás. No quiere que nadie le haga sombra por lo que tiende a aislarse y mostrarse esquivo. Le gusta rodearse de incompetentes o aduladores que ensalcen sus méritos y cualidades ante los cuales le gusta vanagloriarse y exhibirse ufano como un Pavo Real. Cuando se encuentran con un posible rival la Ira y la Envidia se apoderan de él.

Le cuesta dar su brazo a torcer mostrándose terco, iracundo  y altanero. Su Soberbia le hace no aceptar las críticas ajenas desoyendo las razones esgrimidas por los otros, lo que le convierte en una persona tremendamente solitaria, individualista y vulnerable al error que no suele reconocer. No quiere que su prestigio, fama, poder o autoestima se vea puesta en riesgo lo cual le lleva a mostrarse intolerable.

El Soberbio se cree las mas de las veces imprescindible, no sabe reconocer bien sus defectos y mide mal sus fuerzas, pecando por exceso de confianza el cual le hace comportarse de manera descuidada y poco prevenida acarreándole mas de un disgusto.

La Soberbia es especialmente peligrosa y se ceba sobremanera en todas aquellas personas que se ven con alguna cuota de poder o capacidad de influencia sobre los demás como  pueden ser los Políticos y Gobernantes, los funcionarios, los  Directivos de Empresa o  cualesquiera otros con algún cargo de responsabilidad.

El primer paso para escapar de Soberbia es reconocerla. Luego debemos alejar nuestros miedos y aceptarnos como somos, con nuestras virtudes y defectos. Nos serviremos para ello de la virtud de la Humidad la cual nos dará la sabiduría y la conciencia de lo que somos tan necesarias para huir de la Soberbia.

Desde la Humidad podemos actuar para crecer y superar nuestros límites. La Humildad nos hará ser mas receptivos proporcionándonos el equilibrio para abrirnos a los demás y ser mas condescendientes con ellos aceptándolos como son.

Primo hermano de la Soberbia pero mas justo y legítimo puede ser el Orgullo. Mientras que la Soberbia es ciega y se manifiesta con exceso y desmesura, el Orgullo lícito ve como se equilibra la balanza al contraponer a la reivindicación del Ego y la vanidad, los méritos incurridos o las cualidades que nos son propias y que nos provocan enorme satisfacción interna

Este Orgullo equilibrado es fuente de Energía para fortalecer nuestra autoestima y confianza en nuestras posibilidades y sobreponernos así tanto de los errores incurridos como para superar los obstáculos y dificultades a los que tenemos que hacer frente.

A menos que tu taza este vacía no podrá aprender nada. Enseñanza Zen