LA SINCERIDAD

 

Mejor que con palabras la sinceridad se muestra con acciones. William Shakespeare

Ir con la verdad por delante, sin subterfugios ni engaños, es el camino más recto para llegar a nuestro destino y alcanzar nuestras metas.

Puede parecer fácil ,y a veces tentador, coger un atajo y obtener alguna ventaja sirviéndonos de la falsedad y mentira pero, ésta , es sumamente destructiva a la par que trabajosa ,por aquello que una mentira trae otra mentira y a la postre acaba descubriéndose. 

Por contra la sinceridad es sinónimo de claridad, autenticidad y transparencia. Genera confianza , respeto mutuo y apertura de las otras personas. Pero la sinceridad no reside en las palabras. Éstas tienen que ser validadas y coherentes por los actos de quien las expresa.

La sinceridad precisa de empatía; por ello  no hay que confundir sinceridad con sincericidio, en el que puedes incurrir ,por exceso , cuando tus palabras son destructivas, inoportunas y/ o hirientes.

 Como dice el  refrán popular: Boca de verdades cien enemistades

SABER GANAR

Lo más importante que aprendí al perder? Ganar es mejor .Ted Turner.

Tan importante como saber perder es saber ganar. De la derrota debemos sacar consecuencias para enmendar nuestros errores e introducir los cambios necesarios que nos conduzcan al éxito. De lo contrario convertiremos nuestra derrota en un fracaso.

Cuando ganamos, no nos debemos ofuscar por nuestra victoria. También será preciso reflexionar y aprender de nuestros aciertos. Es conveniente sacar conclusiones, desde la serenidad y  el tiempo que nos da el éxito ,  acerca de las claves que nos han conducido a él. 

Con humildad debemos disponernos a introducir mejoras y emprender el proceso mejora y cambio continuo, aprendiendo de nuestros aciertos y manteniendo todo aquello que aporta valor y es replicable y repetíble.

Los verdaderos enemigos del éxito son el conformismo y autocomplacencia así como pecar de soberbia, arrogancia y vanidad.

Saber ganar implica agradecimiento, respeto y responsabilidad.

Y como a veces se pierde y otras se gana, debemos prepararnos tanto para la amargura de la derrota como para la alegría que nos depara a victoria.

El directivo confiable

 Aunque hay muchas cosas en las que puedes confiar, nadie es más fiable que tú. Genghis Khan

No siempre lo mejor es sinónimo de lo bueno o deseable. En entornos volatilidad, alto riesgo e incertidumbre cada día se valora más y es signo de calidad la confiabilidad de un proceso o en nuestro caso, de un directivo.

Frente a “primas donnas” y directivos cortoplacistas cada vez cobran protagonismo perfiles de directivos confiables que soporten los objetivos de la organización. Directivos que unen el binomio competencia-integridad y vienen avalados por su experiencia y trayectoria exitosa.

El directivo confiable es una persona integra y de convicciones firmes. Es predecible y su ejecutoria responde a las expectativas no defraudando la confianza depositada en el.

Quizás no consigan siempre los mejores resultados pero estos son de calidad, consistentes y mantenidos en el medio plazo.

Son directivos en los que puede confiar sabiendo que la misión encomendada está en buenas manos. 

Son responsables, no venden “ motos” y saben decir que no cuando se le demandan resultados desmesurados o por encima de sus posibilidades reales.

Tienen un buen conocimiento y control del proceso para activar las “palancas” necesarias que les lleven a conseguir sus objetivos. Son eficientes, minimizan errores y no dan “palos de ciego”. 

La resiliencia es otra cualidad que tienen. No se dan fácilmente por vencidos y aguantan bien la presión no trasladando la misma a sus colaboradores.

Sus equipos muestran elevado compromiso y desarrollan alto potencial. Son respetados, crean lazos sólidos entre ellos y se  guían por la ética en sus relaciones; actuando con coherencia y congruencia respecto a sus ideas y opiniones.

BOICOT INTERIOR

 

Una vez aceptamos nuestros límites, vamos más allá de estos .Albert Einstein

Cuantas veces se ha dicho que el peor enemigo es uno mismo.Todos vivimos en un permanente diálogo interior con nosotros , con nuestro yo interno. De la calidad de ese diálogo, de las cosas que hablamos, de las que nos permitimos, de los reproches que nos hacemos…va a depender nuestra forma de ver y relacionarnos  con el mundo que nos rodea y vivir nuestra vida.

Nuestro pensamiento está inmerso dentro de un mapa mental guiado por un sistema de valores y creencias que condicionan nuestra forma de ver el mundo y por ende actuar.

Muchas de esas creencias nos permiten hacer cosas mientras que, otras nos limitan o bloquean. Funcionan a modo de profecías de necesario cumplimiento. Se retroalimentan con nuestros actos y se arraigan con fuerza en nosotros.

Es importante conocer este “juego interior” y estar abierto a nuevas realidades. Ser conscientes que podemos modificarlas y adoptar otras. Y saber que podemos cambiar el mundo si cambiamos la forma de verlo y relacionarnos con el.

No podemos estar todo el día juzgándonos sometidos a la dictadura de una férrea crítica interna que mina nuestra confianza y autoestima. Un exceso de autoexigencia nos puede bloquear mental y emocionalmente…!No nos fustiguemos …!

Frente a los pensamientos negativos, que nos atenazan e incapacitan, debemos adoptar una actitud abierta y flexible, que nos permita avanzar en el proceso natural de aprendizaje a base prueba y error. Alejando dudas y frustraciones para ir afinando progresivamente “ el tiro” y mejorar nuestra ejecución.

!Fuera culpas y procesos de victimización! Debemos aprender a gestionar nuestras expectativas y emociones aferrándonos a los pensamientos positivos que, amplían  nuestras posibilidades y modifican nuestra realidad.

Descubramos cuál es nuestro potencial y todo aquello de lo que en realidad somos capaces. ! Qué es mucho y ni siquiera conocemos! Atrévete a sacarlo a flote!

EL VALOR DEL RELATO

Un Líder construye relatos, crea identidades y gestiona emociones

El éxito de un líder está ligado a su capacidad de integrar en torno a su visión a un equipo de personas a las que inspira y moviliza en pos de unas metas y objetivos. 

Para ello, además de la imprescindible ejemplaridad, cuenta con una herramienta poderosa  para mejorar su capacidad de adhesión y comunicación. Estamos hablando del poder de las palabras estructuradas en torno a un relato. 

A través del mimo el líder potencia su capacidad de comunicación para transmitir y estructurar su visión.

 El relato da sentido y dota de significado a las experiencias compartidas por su Equipo.

Un buen relato, además de sencillo, sintético y comprensible, debe apelar a los corazones de las personas despertando sus emociones y sirviendo de inspiración para avanzar y construir el futuro. 

La base de un relato debe dar pie a la interpretación compartida integrando a las personas en torno a la visión del Líder al tiempo que sirve de “leit motiv” para movilizar a la acción.

En torno al relato creamos nuevas realidades, construimos identidades y forjamos un sentido de pertenencia que fortalece la cohesión del Grupo y lo amalgama en torno a una meta común libremente aceptada y hecha suya.

Detras de cada persona, detrás de cada acción, detrás de cada resultado existe una historia que merece ser contada.

EL EMPREDEDOR

 

«El éxito no se logra solo con cualidades especiales. Es sobre todo un trabajo de constancia, de método y de organización» Víctor Hugo

Para crear riqueza necesitamos emprendedores, personas que no sientan aversión al riesgo y deseen ser independientes para poner en práctica sus propias ideas y proyectos.

Por desgracia no abundan este tipo de personas, más bien, lo común es preferir la seguridad de un empleo o cubrir una plaza de funcionario; aunque lo cierto,en los tiempos que corren, no es tarea sencilla encontrar trabajo ni mucho menos obtener la seguridad en él.

 Pero volviendo a nuestros emprendedores. Qué es lo que les caracteriza? Además de arriesgarse, suelen ser personas obstinadas, luchadoras y persistentes. No se arredran ante las dificultades, son resilientes, y viven “su proyecto” con verdadera pasión. Defienden sus ideas con entusiasmo. Creen en lo que hacen y están llenos de confianza en sí mismos.

No les gusta la duda, son pro activos y muestran una gran capacidad de decisión actuando con anticipación. 

Por contra, los emprendedores pueden resultar personas poco corteses, demasiado “suficientes” y obsesivos con su proyecto.

Necesitan a su lado personas de su absoluta confianza, a las que escuchar, y que les sirvan de contrapeso ayudándoles  reflexionar y ser metódicos ya que, su creatividad le llevan a ser desorganizados, malos planificadores  y bastante “culos inquietos”,  llegando a perder, a menudo, el foco derrochando energías y recursos

No hemos hablado que todo proyecto de emprendimiento necesita,  además de una buena idea y alguien que la quiera poner en práctica, de los fondos necesarios para ejecutar el proyecto. Pero eso ya es otra historia…