11.30.2023

LA VANIDAD

 

Hay que dejar la vanidad a los que no tienen otra cosa que exhibir. Honoré de Balzac


Paralizante y cegadora fuerza es la Vanidad.


El vanidoso alimenta un ego desmedido moviéndose entre la autocomplacencia, el narcisismo y la pretenciosidad. 


Su pecado es la arrogancia y la soberbia, menospreciando a los demás a quienes considera inferiores.


No hay que confundir autoestima con vanidad. Ya que ésta última se queda en lo aparente, en lo superficial mientras que la autoestima emana del interior y da valor intrínseco a la persona.


Quien sufre de vanidad necesita constantemente vanagloriarse para buscar el refrendo y reconocimiento ajeno.


Cómo líderes son fácil presa del populismo y la autocracia. No soportan la crítica; son frívolos , superficiales y complacientes con tal de recibir los halagos y reconocimientos que tanto ansían y precisan para suplir su propia vacuidad y evanescencia.

4.17.2023

El PROTAGONISMO


El protagonista está en el eje de una acción o relato, ocupando un lugar central o de referencia. Desempeña un papel  activo y relevante en el mismo convirtiéndose en el centro de atención.

Si eres protagonista te sientes importante y, en cierta medida, responsable y dueño de tus actos; por ello, a nadie le gusta ser desplazado ni postergado.


Ser protagonista alimenta la vanidad, por eso, cuando, consciente o inconscientemente, te roban el protagonismo o, cualquiera de sus símbolos o manifestaciones, uno se siente eclipsado ,fuera del foco e incluso ninguneado.


Cuando formas parte de algo, surge naturalmente un sentido de pertenencia, con derecho a reclamar para ti lo que consideras tuyo, mostrar tu disgusto si eres relegado y exigir un protagonismo que sientes te corresponde.


Aunque no siempre la visibilidad y el protagonismo van unidos. 


Hay quien prefiere ser protagonista entre bambalinas y renunciar a la notoriedad en favor de una menor exposición o de una mayor libertad de movimientos.


Pero debes saber que el protagonismo siempre acaba reclamando su lugar. Ese vacio que,tú dejas o no ocupas, lo llenará alguien quien se convertirá en el protagonista de la “historia”.


No obstante no debemos confundir participación con protagonismo. Siempre hay que conocer cual es tu lugar en cada momento , no caer en un afán de protagonismo desmedido y saber cuando te toca desempeñar un papel secundario alejado del centro de la escena.


3.24.2023

LA IMPACIENCIA

 


La paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia, la debilidad del fuerte.” Kant


Uno de los males de los tiempos que corren es la impaciencia. Vivimos sometidos a la inmediatez del momento. Con tal de no quedar atrás estamos tan acelerados  que corremos el peligro de “pasarnos” de vueltas.


La impaciencia es, en algún modo, fruto de la ansiedad. Ella nos lleva a actuar con precipitación e ir muchas veces con el paso cambiado. Cuantas veces hemos oído ante fracasos sonoros: :! Fue un adelantado …!


Queremos anticiparnos a todo y a todos, lograr las cosas ya, y estar en demasiados sitios a la vez. Todo ello, hace que aumentemos nuestras dosis de estrés y ansiedad, actuando de manera impulsiva y poco reflexiva.


Ello no significa que caigamos en el inmovilismo e inacción; que dejemos pasar las oportunidades que se nos presentan. Hay que saber, como el buen cocinero o ,buen recolector, cuando el guiso está en su punto o la fruta madura para ser recogida.


Frente a la impaciencia está la virtud de la paciencia, aliada de la prudencia y consejera de la oportunidad.


La paciencia denota fortaleza y experiencia. Es el arte de saber esperar no anticipando resultados ni recompensas poco maduros o inestables.


Frente a las urgencias, desasosiegos y frustraciones por no obtener satisfacción inmediata, la paciencia nos enseña y permite, actuar de manera sosegada y reflexiva para lograr nuestras metas. Cómo decía San Agustín : “La Paciencia es La madre de la Sabiduría




3.20.2023

LA AUTOESTIMA

 Nadie puede puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento. Eleanor Roosevelt.


Vivimos en  mundo cada vez mas sometido a censura y en el que nos encontramos mas expuestos que nunca.


Hacer juicios está en boca de todos. Por ello es de vital importancia tener una autoestima alta a prueba de cualquier crítica ajena o percepción y valoración negativa que tengamos sobre nosotros.


La autoestima la vamos construyendo desde nuestra infancia. Se va conformando a lo largo de los años en base a nuestra experiencias hasta lograr  la aceptación de nosotros mismos.


Una autoestima baja hace que perdamos confianza en nuestras posibilidades, que nos sintamos incapaces o no merecedores de algo. 


Las personas con baja autoestima actúan como auténticos saboteadores cercenando sus posibilidades de obtener o lograr algo. No puedo o no me lo merezco es algo que se dicen continuamente. 


Por contra, una autoestima alta será indispensable para tener criterio propio, ser independiente,  y no caer en seguidismos ni dependencias insanas por buscar siempre la aprobación ajena.


Es importante que desde bien pequeños vivamos sin carencias afectivas y las críticas que recibamos sean constructivas; que el aprendizaje no esté basado en el castigo; que nos focalicemos en los aciertos en lugar de los errores. 


Ya de mayores, aprender de nuestros errores y poner el foco en nuestras potencias. Centrarnos en el proceso de mejora, en lugar de los resultados, es de vital importancia si queremos avanzar y será algo que siempre estará en nuestras propias manos.


No debemos ponernos límites a priori ni mucho menos hacernos juicios invalidantes. 


Tenemos que aprender a aceptarnos como somos, respetarnos y demandar respeto hacia nosotros, comenzando por ser indulgentes con  uno  mismo.


Sólo así podemos ir mejorando en la vida…y aspirar a conseguir las metas que nos vayamos proponiendo.

2.05.2023

EL NUEVO LIDERAZGO


Para liderar a la gente camina tras ellos”.Lao Tzu.

El Mundo ha cambiado así como los paradigmas imperantes. Esto afecta por igual al Management y el Liderazgo.


La incertidumbre, la complejidad, la inmediatez de respuesta y la velocidad del cambio son una constante en la escena de los negocios.


Eso implica que los líderes tienen que tener una visión más global del panorama que tienen delante, saber detectar oportunidades en su entorno, apostar por la innovación y demostrar su capacidad para afrontar y minimizar riesgos.


Su estilo de dirección tiene que adaptarse a los nuevos tiempos. De ser más unipersonal y jerárquico tienen que apostar por la diversidad , potenciar la responsabilidad, la autonomía y el autogobierno en sus Organizaciones. 

Una habilidad clave será, más allá del conocimiento, el control de procesos y la coordinación y apoyo de equipos multidisciplinares y multinacionales. 


No debemos olvidar que la empatía les permitirá estar más conectado con su entorno y sus equipos, aspectos críticos para aumentar su influencia y convertirse en agentes trasformadores liderando el cambio permanente.


Pero además de ejercer un liderazgo transformador cada vez cobra protagonismo el Líder mediador, capaz de  solucionar conflictos, integrar visiones y conciliar intereses.

 

Para ello será importante su inteligencia emocional, humildad y creatividad.