"El Juego es la única pasión que compite con el Amor." Alfred de Musset
¡Salgan a Jugar y disfruten! Esa es la consigna que muchas veces hemos escuchado en boca de los Entrenadores en los momentos previos al inicio de la Competición dirigida a provocar en sus Jugadores un estado emocional positivo para afrontar un reto. Con ello tratan de recuperar la sensación de placer y disfrute que provoca el Juego como Estrategia para combatir una excesiva Tensión que puede atenazar la ejecución de sus Jugadores poniendo por ello en riesgo la obtención de un resultado positivo.
Lo que hoy propongo como reflexión, utilizando el símil anterior, es que seamos capaces en nuestro comportamiento como Directivos de recuperar el placer del Juego a la hora de enfrentar a nuestros Equipos frente a sus Objetivos.
Todos hemos visto como algunos Directivos, son capaces de absorber la tensión negativa y generar estímulos positivos en sus Equipos a la hora de plantearles y acompañarles en la consecución de sus Metas, mientras otros actúan como verdaderos “agonías” y en lugar de actuar como catalizadores e impulsores del Equipo hacia sus objetivos, lo que hacen es tensionar mas y mas provocando un distrés negativo que ensombrece el marco de posibilidades de Éxito y anticipa en muchos casos un resultado negativo.
El "truco" consiste en avivar la sensación de disfrute que desde niños nos ha acompañado cuando jugábamos. Se trata de transformar la visualización negativa de los objetivos como algo ajeno a nosotros, impuesto y amenazante para nuestra propia seguridad y autoestima, por otra visión en la que nos recreemos en el logro, en el resultado positivo y lo percibamos como un Reto estimulante,gestionando la incertidumbre.
En el Juego todos nos encontramos con nuestra Infancia, desde el Juegos nos hemos podido evadir de la Realidad, todos hemos aprendido, hemos crecido como personas, nos hemos superado, hemos sabido arriesgar, compartir y relacionarnos con los demás y lo que es mas importante hemos disfrutado.
Como Directivos debemos recuperar esas sensaciones y generar una atmosfera de confianza ilusión y divertimento entre nuestros Colaboradores, así como dotar y acompañar a nuestros Equipos en la Emocionalidad precisa para permitirles aventurarse, arriesgarse y sentirse capaces de enfrentarse a las dificultades, superarlas y conseguir las Metas buscadas. Por ello nuestra conducta no debe ser inquisidora, controladora, ni mucho menos alentar temores y provocar miedos. Muchos Equipos no son capaces de fijarse Metas altas, por no confiar en sus talentos como Grupo y temer al fracaso.
Debemos de estimular la ambición, la cooperación y los apoyos entre nuestros Colaboradores de forma que se fomente el sentido de pertenencia y se sientan importantes dentro del Equipo, al tiempo que estos acepten desde la libertad las Reglas del Juego y asuman el Rol que mejor convenga a los fines y metas a los que se enfrenta el Equipo, respondiendo según la contribución que se espera de cada uno en base a sus Competencias y Habilidades.
Alentaremos la tensión resolutiva y competitiva, provocaremos lo que se conoce como eustrés, o estímulo positivo y energía que se genera cuando nos enfrentamos a un Reto estimulante y atractivo, no importa lo duro que sea. Tendremos por tanto que poner el foco en el logro, en los avances, en sus capacidades, en la superación de las dificultades en lugar de cebamos en el error e instalarnos en el fracaso.
El Juego además de placer y vehículo para el esparcimiento nos relaja, estimula nuestra curiosidad y nos hace entrar en una dinámica creativa necesaria para superar las dificultades y encontrar la mejor manera de conseguir nuestros Objetivos. Utilizar el sentido del humor y relativizar será un buen aliado para nuestros propósitos.
Quitemos pues la Presión innecesaria y nociva a nuestros Equipos, empoderémoslos y dejémoslos actuar, liberémoslos de la excesiva autoexigencia, ¡Salgan a Jugar como saben y disfruten! Que se relajen y tomen distancia en la Acción. Luego durante el Partido, nuestra misión será alentarlos y orientarlos para que puedan salir airosos y consigan el Resultado por el que han trabajado duro.
El ser humano es la medida de todas las cosas.Protágoras.
