4.29.2010

A VUELTAS CON EL RATING


Standard and Poors baja el Rating al Reino de España y las Bolsas se desploman para regocijo y excitación de la Oposición y enemigos de ZP. Por desgracia la falta de confianza en Economía, disciplina que se guía por las expectativas se acaba pagando. Y es la falta de confianza sobre la marcha de este País la que se apodera de los Mercados, alienta a los especuladores, atenaza a los empresarios y la que inhibe a los atemorizados consumidores.

Con una tasa de paro insostenible, en la que uno de cada cinco potenciales trabajadores esta sin empleo. ¿Seré yo el siguiente? ¿Cuándo me tocará a mi? Parece preguntarse, como si de soldados sometidos al fuego enemigo en primera línea se tratara.

¿Pero quiénes son los culpables de esa falta de confianza? En primer lugar el Gobierno que es quien tiene la responsabilidad de Gobernar y generar confianza. ZP parece tocado por el pecado original de no haber reconocido a tiempo la crisis que se venía encima por un cálculo electoral,.

Ahora se sigue mostrando blando, dubitativo, lento de reflejos y a remolque de las circunstancias. Nadie le cree cuando dice que hay indicios que muestras la recuperación. Aunque sea cierto, que algún día tiene que llegar……

En cualquier caso bien poco es, meros indicios de haber tocado fondo y lentamente iniciar la salida del pozo. La realidad es que vamos a tener que sufrir un dilatado periodo de ajuste en nuestra economía. El altísimo endeudamiento de nuestras empresas y familias (2,2 billones de euros, lo que supone más del doble del Producto Interior Bruto español), la crisis del crédito y la inmobiliaria, entrecruzadas ambas por su alta exposición de Cajas y Bancos al riesgo promotor y crédito hipotecario, van a pesar como un lastre en el crecimiento de nuestro país. Se auguran tasas de crecimiento entre el 0,7% y 1% para los próximos 5 años y recordemos nuestra economía sólo generaba empleo a tasas superiores al 3%.

Lamentablemente la salud del sistema financiero español está amenazada por serios nubarrones. La crisis latente de las Cajas y algún que otro Banco, minaran mas nuestra credibilidad, dificultando su financiación y por ende restringiendo el crédito a empresas y familias, quienes se verán forzados reducir su endeudamiento disminuyendo, por ello, el consumo y la inversión.

Como factor agregado las cuentas públicas salen igual de mal paradas. Con los ingresos en cuestión, los gastos disparados y el endeudamiento más caro a nuestros Gobernantes no les queda mas remedio que cortar por lo sano, y por desgracia muchas veces lo sano es sinónimo de lo más débiles.


La Oposición, tampoco es ajena a los males de este País, con su política de arrasar con todo lo que se ponga por delante con tal de llegar al poder. Han sido, son y serán los mayores voceros de la crisis. Un día si y otro también, poniendo en cuestión la salud de nuestra economía, sin importarles, o mejor dicho importándoles por aquello de cuanto peor mejor para nosotros, el foro y la oportunidad de sus denuncias. Con ello no sólo ponen de manifiesto la crisis sino también avivan el fuego sembrando desconfianza a los consumidores, empresarios y mercados internacionales.

Por último, el Mercado. Los especuladores que se esconden tras las mesas de despacho y sus pantallas de ordenadores, son responsables del acoso al que se somete a nuestra Economía.

Aquellos que por su culpa nos llevaron a la mayor crisis económica de todos los tiempos, a no ser por las medidas de apoyo del Sector Público, aquellos que no supieron predecir la tormenta que se avecinaba o se enriquecieron con ella, son los mismos que ahora se ceban de forma despiadada e injusta con nuestro País.

Es lamentable, que un país entre en dificultades y pueda verse abocado a la insolvencia, por el juicio subjetivo y sumarísimo de unas Agencias de calificación, de dudosa neutralidad a veces y que no sabemos bien a que oscuros intereses responden.

Basta recordar, que a pesar de todos nuestros males, el sector bancario español no ha precisado los ingentes y desorbitados fondos que la mayoría de los Bancos de las llamadas economías fuertes (Ojo que todavía hay que devolverlo) han tenido que recibir de las arcas públicas. El endeudamiento de nuestro País, con haber crecido mucho y mas rápido (el 89% de crecimiento frente al 27% de la Unión Europea), es inferior al del resto de países de Europa , con una media del 88% de endeudamiento respecto al PIB frente al 67% de España que aunque subiendo, esta muy alejado del Griego del 113% ).

De todas formas, S&P es la única de las tres grandes agencias que baja su calificación para España, y la sitúa, aunque con tendencia negativa en AA (capacidad muy fuerte de cumplimiento de los compromisos financieros), ya que las otras dos, por el momento –Moody's y Fitch– mantienen calificaciones altas, con AA+ y AAA.

Tiene guasa o mala lesche, como diría un Andaluz el revuelo que se ha formado. No hay que dramatizar, seguimos teniendo una nota de calificación muy alta (ahora 2 escalones por debajo de Alemania) y muy superior, con diferencia, a los ratings que tienen los países en los cuales malintencionadamente nos quieren meter en el mismo saco. Grecia BB+(incertidumbres significativas de cumplimiento de compromisos), Portugal A-(gran capacidad de cumplimiento aunque vulnerable a cambios y situaciones económicas adversas.. Por cierto que la Italia de Berlusconi tiene una valoración A+.

Ya no queda margen para, corregir el elevado endeudamiento publico y privado, ajustar el presupuesto del estado para situar al déficit fiscal al 3% en 2012 (¿¿¿???) ni para acometer las reformas estructurales, con la laboral y financiera a la cabeza, que nuestro país necesita.

Urge actuar, con serenidad, decisión y eficacia. Señor Presidente, déjese intentar contentar a unos y a otros, que al final va a acabar a mal con todos, votantes incluidos.