Nadie puede puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento. Eleanor Roosevelt.
Vivimos en mundo cada vez mas sometido a censura y en el que nos encontramos mas expuestos que nunca.
Hacer juicios está en boca de todos. Por ello es de vital importancia tener una autoestima alta a prueba de cualquier crítica ajena o percepción y valoración negativa que tengamos sobre nosotros.
La autoestima la vamos construyendo desde nuestra infancia. Se va conformando a lo largo de los años en base a nuestra experiencias hasta lograr la aceptación de nosotros mismos.
Una autoestima baja hace que perdamos confianza en nuestras posibilidades, que nos sintamos incapaces o no merecedores de algo.
Las personas con baja autoestima actúan como auténticos saboteadores cercenando sus posibilidades de obtener o lograr algo. No puedo o no me lo merezco es algo que se dicen continuamente.
Por contra, una autoestima alta será indispensable para tener criterio propio, ser independiente, y no caer en seguidismos ni dependencias insanas por buscar siempre la aprobación ajena.
Es importante que desde bien pequeños vivamos sin carencias afectivas y las críticas que recibamos sean constructivas; que el aprendizaje no esté basado en el castigo; que nos focalicemos en los aciertos en lugar de los errores.
Ya de mayores, aprender de nuestros errores y poner el foco en nuestras potencias. Centrarnos en el proceso de mejora, en lugar de los resultados, es de vital importancia si queremos avanzar y será algo que siempre estará en nuestras propias manos.
No debemos ponernos límites a priori ni mucho menos hacernos juicios invalidantes.
Tenemos que aprender a aceptarnos como somos, respetarnos y demandar respeto hacia nosotros, comenzando por ser indulgentes con uno mismo.
Sólo así podemos ir mejorando en la vida…y aspirar a conseguir las metas que nos vayamos proponiendo.
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