Muchos Directivos se quejan de su situación profesional. Personas que no se sienten suficientemente
reconocidas, que piensan que son injustamente
tratadas, que tienen mas méritos
para ocupar esta u otra Posición en
lugar de Fulanito o Menganito.
Respetando su pesar, se olvidan que el éxito profesional es mas una
cuestión de suerte; de aprovechar
las oportunidades; de hacerse valer,
que realmente de valía. Ya nos lo dice el relato bíblico: “ Muchos son los llamados pero pocos los Elegidos”.
Pero ello no debe servir de escusa para no ser agradecidos, para no hacer bien nuestro
trabajo y sobre todo deben preguntarse cómo deben actuar para cambiar su
situación, para ser tenidos en cuenta y ser “elegidos”
en la próxima ocasión.
En lugar de quedar instalados en
la queja, el rencor y la amargura, deben dejar un lado su frustración, ganar en autoestima, mejorar la confianza
y trabajar,con normalidad y sensatez, para lograr el reconocimiento
deseado , recordando que detrás de un gran deseo se oculta un gran temor y vulnerabilidad.
Lo primero que haremos para salir
del “ostracismo” es conocer la percepción que tienen los demás de
nosotros y luego trabajarla potenciando los puntos fuertes y pilares de nuestra “Marca” personal. Una vez que hemos establecido una estrategia fortaleciendo nuestra visibilidad, debemos buscar el reconocimiento mostrándonos proactivos, asertivos y aprovechando las oportunidades que se nos presenten.
Si aún así seguimos inconformes y
no suficientemente reconocidos no nos queda otra que aceptar “deportivamente” nuestra situación o irnos "con la música a otra parte.”
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