Al Gobernar aprendí a
pasar de la Ética de los Principios a la Ética de las Responsabilidades. Felipe Gonzalez.
Hay una serie de principios morales que no se pueden transgredir. Cuando eso sucede el Liderazgo queda comprometido sin
remedio.
Todo Líder debe comportarse con honestidad
y autenticidad.
Sin un comportamiento ético no hay Liderazgo que valga.
Causa sonrojo y dolor ver como
algunos Altos Directivos practican
una doble moral y se comportan de
puertas para adentro sin escrúpulos de ningún tipo con tal de servir a sus
intereses.
Esos mismos que de cara a la galería
se les hincha la boca hablando de Códigos
Éticos y buena Gobernanza son
aquellos que, practicando una doble moral, tienen conductas impropias y utilitaristas
si con ello obtienen alguna ventaja, haciendo suya la frase del Teólogo Aleman Hermmann Bausenbaum: Cum finis est licitus, etiam media sunt
licita (Cuando el fin es lícito, también lo son los medios).
La Ética es el camino por el que todo Líder debe transitar. Sin Valores todo carece de sentido y próposito verdadero, salvo aquel que solo quiere de manera farisaica servir a su mismo, olvidando que cuando un Hombre pierde sus Valores pierde la esencia misma de su Persona.
Resulta patético comprobar su conducta haciendo bueno el dicho
popular de dime de que presumes y te diré
de que careces.
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