“Cuando mi sufrimiento se incrementó, pronto me di cuenta
de que había dos maneras con las que podía responder a la situación: reaccionar
con amargura o transformar el sufrimiento en una fuerza creativa. Elegí esta
última”.Martin Luther King
El viento no siempre sopla de
cara, la adversidad está a siempre
al acecho y puede aparecer a la vuelta de la esquina.
Como Directivos debemos aprender a afrontar la adversidad de manera positiva
y constructiva. Tenemos que estar preparados para asumir la
derrota, sacar consecuencias de la misma y responsabilizarnos y aprender de
nuestros errores.
Éxito suele ser esquivo y efímero. El Fracaso
forma parte de nuestras vidas y nos acompañará siempre que estemos dispuestos a
arriesgarnos; a crecer; a ponernos retos y dar lo mejor de nosotros. Se
dice que se aprende mas de los Fracasos que de los Éxitos. Lo verdaderamente trascendente es tomar las Lecciones que nos da la Vida, asumir
y aprender de los errores y sacar consecuencias de ellos.
Para sobreponerse y superar las adversidades , además de tener
fortaleza de carácter, hay que saber relativizar
y mostrar buen ánimo. Tras el
impacto y shock inicial, no hay que
abrumarse es preferible centrarse en el Presente,
reflexionar, ver que hay que hacer aquí y ahora y ponerse manos a la obra. Por
dura que sea la situación recordar que no hay mal que 100 años dure.
Partiendo del análisis y asunción
(No hay que esconder la cabeza como la avestruz) de la situación, debemos
predisponernos para resistir y superar la adversidad
de manera positiva. Mirar el futuro
con esperanza y realismo,
conocer nuestras fortalezas y
debilidades nos ayudará a reponernos
y afrontar la adversidad..
Además de Autoestima y confianza
en nuestras posibilidades, si queremos tener
“chance” y salir airosos en el
envite, debemos de mostrar empeño y determinación, sin que ello suponga ser
tercos ni empecinados. Junto con la firmeza de convicciones debemos ser, además
de realistas, flexibles en los Planteamientos
y búsqueda de Soluciones.
Pero la Resistencia
es sólo el primer paso. Una vez que decidimos resistir, no arrojar la toalla, y
poner a prueba nuestro aguante y tolerancia, tenemos que intentar ir mas allá. Itentar hacer de la necesidad virtud
y reestructurar nuestras capacidades para
desarrollarlas, aprender de la adversidad y sacar ventaja de ella.
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