4.18.2017

LIDERAZGO INSPIRADOR


Si tus acciones inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más y ser más, eres un Líder. John Quincy Adams

Como Líder  deber conducir a tu Equipo a la consecución de las Metas que tienen fijadas; pero esto no es fácil conseguirlo, ni mucho menos hacerlo sostenible en el tiempo, si tu Liderazgo no está orientado a facilitar que cada uno de sus Miembros ofrezca  la mejor versión de si mismos.

A veces, de manera errónea, se piensa que el Liderazgo Inspirador es aquel que emana del Líder como ejemplo y fuente de inspiración. A mi juicio esa es una versión excesivamente egocéntrica del Liderazgo.

Un Líder debe ser un facilitador; un verdadero catalizador de energía positiva orientada a inspirar, a sacar lo mejor de los demás, a generar un clima de ilusión, esfuerzo y superación constante por ser mejores, por conseguir los Objetivos y Metas planteadas.

De ahí que nuestro foco debe situarse en el Equipo y sus Miembros, para conectar mejor con ellos y conocer cuales son sus aspiraciones, saber que les motiva e inspira, que necesitan para hacer mejor su trabajo, como reconocer su esfuerzo y premiar sus logros.

Las Personas disfrutamos con el trabajo bien realizado, nos gusta formar parte de algo superior a nosotros, nos arriesgamos cuando tenemos confianza en nosotros mismos y creemos en nuestras capacidades, ilusionamos cuando sabemos que nuestro trabajo es apreciado y valorado, de ahí la importancia de cómo Líderes de fortalecer la autoestima de nuestro Equipo y reconocer e incentivar el Trabajo bien hecho.

Tu responsabilidad como Líder será crear un microsistema en el que se den las condiciones mas adecuadas para optimizar los resultados de tu Equipo. Sistema que debe ser retador e involucrar a todos en pro de la Misión común, potenciar la autonomía y la autoresponsabilidad de todos sus Miembros incentivando la proactividad, el desarrollo y la cooperación de todos con todos.

Tu papel será mas el de un Director de Orquesta que el de un excelente, que el de una Prima Dona  o aplaudido Solista, cuestión ésta que olvidamos muchas veces.

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