10.04.2018

EL PODER DEL EJEMPLO

“Dar ejemplo no es la principal forma de influir en los demás, es la única”. Albert Einstein

Mis primeros años de vida profesional estaban imbuidos por un afán, y necesidad al tiempo, de aprender, de emular a mis “mayores”, de formarme como Profesional para llegar a ser al cabo de unos años como mis Jefes de antaño.

Mas allá de Códigos de Conducta, Manuales de Prácticas y Reglamentos  era el comportamiento de nuestros Jefes la “Norma” a seguir, el modelo a emular. Ellos encarnaban además del “Conocimiento” y ejemplo vivo de cómo debía uno actuar si quería abrirse paso dentro de la Empresa.

Trabajo; esfuerzo; logro; compañerismo; iniciativa; responsabilidad; respeto a la verdad; honestidad y lealtad, son algunos de los Valores que estaban presentes  sin necesidad de norma escrita, y muchas veces muerta, que los avalaran.

El paso del tiempo me ha hecho “perder la inocencia” y contemplar como estos Valores perdían peso frente a otras conductas mas utilitaristas y cortoplacistas.

En ello, no sólo ha tenido que ver el mayor nivel de exigencia o presión frente a los objetivos de la Compañía o  tiempos de Crisis (La mía de entonces se caracterizaba por ser en exceso exigente y estábamos inmersos en una profunda crisis) sino también por el comportamiento de los Equipos Directivos que pilotan el día a día de la Empresa o Institución.

Ahora se premian, por encima de todo, los Resultados a Corto Plazo, sin importar la erosión corporativa o hipoteca futura que haya que pagar por ello. Los Equipos van y vienen; la Lealtad a la Empresa, a los Compañeros y Jefes  es una antigualla; la Verdad mucha veces incomoda y es peligrosa; se promueve a Posiciones Directivas a Personas poco consistentes e insolidarias. 

A resultas de todo ello, además de ser un ejemplo nocivo y pernicioso para las nuevas generaciones, el Mercado dicta sentencia y acaba penalizando la Crisis de Valores y falta de Ética Empresarial .

Afortunadamente, estamos viendo como el “Modelo” está  implosionando y hace aguas. Los Responsables de Recursos Humanos están tomando conciencia de ésta situación, subsanando errores del pasado y recuperando el Criterio y Poder perdido.

Para afrontar la Nueva Era Digital y hacer frente a los nuevos retos, las Personas constituyen el foco diferencial para competir. Los Directivos vuelven a estar en el punto de mira para ejercer su Liderazgo y provocar una influencia positiva y modélica en el desarrollo y resultados de sus Equipos.

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