“Dar ejemplo no es la
principal forma de influir en los demás, es la única”. Albert Einstein
Mis primeros años de vida
profesional estaban imbuidos por un afán, y necesidad al tiempo, de aprender,
de emular a mis “mayores”, de
formarme como Profesional para llegar
a ser al cabo de unos años como mis Jefes
de antaño.
Mas allá de Códigos de Conducta, Manuales
de Prácticas y Reglamentos era el comportamiento
de nuestros Jefes la “Norma” a seguir, el modelo a emular.
Ellos encarnaban además del “Conocimiento”
y ejemplo vivo de cómo debía uno
actuar si quería abrirse paso dentro de la Empresa.
Trabajo; esfuerzo; logro; compañerismo; iniciativa; responsabilidad;
respeto a la verdad; honestidad y lealtad, son algunos de los Valores que estaban presentes sin necesidad de norma escrita, y muchas veces
muerta, que los avalaran.
El paso del tiempo me ha hecho “perder la inocencia” y contemplar como estos
Valores perdían peso frente a otras
conductas mas utilitaristas y cortoplacistas.
En ello, no sólo ha tenido que
ver el mayor nivel de exigencia o presión frente a los objetivos de la Compañía o tiempos de Crisis
(La mía de entonces se caracterizaba por ser en exceso exigente y estábamos inmersos
en una profunda crisis) sino también por el comportamiento de los Equipos Directivos que pilotan el día a
día de la Empresa o Institución.
Ahora se premian, por encima de
todo, los Resultados a Corto Plazo, sin importar la erosión corporativa o
hipoteca futura que haya que pagar por ello. Los Equipos van y vienen; la
Lealtad a la Empresa, a los Compañeros y Jefes
es una antigualla; la Verdad mucha veces incomoda y es peligrosa; se
promueve a Posiciones Directivas a Personas poco consistentes e insolidarias.
A
resultas de todo ello, además de ser un ejemplo nocivo y pernicioso para las
nuevas generaciones, el Mercado dicta sentencia y acaba penalizando la Crisis de Valores y falta de Ética Empresarial .
Afortunadamente, estamos viendo
como el “Modelo” está implosionando y hace aguas. Los Responsables de Recursos Humanos están
tomando conciencia de ésta situación, subsanando errores del pasado y
recuperando el Criterio y Poder perdido.
Para afrontar la Nueva Era Digital y hacer frente a los
nuevos retos, las Personas constituyen
el foco diferencial para competir. Los
Directivos vuelven a estar en el
punto de mira para ejercer su Liderazgo
y provocar una influencia positiva y
modélica en el desarrollo y resultados de
sus Equipos.
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