Aunque pudiera parecer “Demodé”, algo de otros tiempos, La Buena Educación es un termómetro de la Salud de nuestra Sociedad y un
claro factor de Sostenibilidad.
Lamentablemente a la vista de los
acontecimientos y comportamiento que día tras día exhiben cantidad de jóvenes y
otros que ya no lo son tanto, nuestra Sociedad
está enferma.
Se ha perdido el respeto, por los demás y las cosas
ajenas. La zafiedad y la vulgaridad campan a sus anchas. La Crisis parece haberse llevado por
delante ,además de a la Clase Media, también ha arrasado con la Cultura
y las “Buenas Maneras”.
La Telebasura se ha apoderado de
nuestros hogares y causa sonrojo ver el “nivelin”
de cultura y conocimientos que
muestran los concursantes que acuden a los programas de entretenimiento y
concurso.
La falta de conocimientos es
acongojante. ¿En esto nos hemos convertido?
¿Esto es lo que nos ha traído ésta Sociedad banal y consumista?
Casi nada está a salvo. Hasta el Lenguaje y la capacidad cognitiva y de comunicación
se resienten; y con ello nuestro Mundo se empobrece, nuestros Horizontes se estrechan y nuestro Futuro
se verá seriamente amenazado.
Las Aulas son un ejemplo de mala educación. Los Slumnos socaban la autoridad de los Maestros; los Maestros
dejan mucho que desear; los Padres sobreproteccionistas y “alcahuetes” siempre
disculpan y consienten comportamientos nocivos. La Cultura del esfuerzo, el
sacrificio y el respecto hacia los demás se desprecia.
En las Empresas, todavía se consiente el despotismo, en este caso no ilustrado, y el comportamiento “feudal” de muchos Jefes en su Cortijo. La
Alternativa es el Paro.¡ Si no te gusta ahí
tienes la Puerta ¡
Por todo ello la Convivencia se resiente y está en peligro.
Vivimos en permanente reivindicación, reproche y revanchismo, exigimos a diestro y
siniestro nuestros Derechos, nos
manifestamos por cualquier causa por justa o injusta que sea, pero hacemos oídos
sordos a nuestros Deberes y Obligaciones.
De ahí la necesidad, primero, de ser conscientes de éste mal que nos aqueja
y después dar la importancia a éste
problema; comenzando por los poderes públicos,
invirtiendo en Educación, continuando por los líderes
de opinión y medios de comunicación
no “enmerdando” nuestra cotidianeidad y hogares, y por ultimo no
consintiendo, entre todos, la Mala Educación.
O de lo contrario seremos
cómplices del grito: ¡Viva la Ignorancia¡¡Muera
la Inteligencia¡
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