“Resentimiento es como beber veneno y esperar a que la otra
persona muera.” San Agustin de Hipona
El Entorno Laboral constituye un adecuado caldo de cultivo para que
afloren rencillas y rivalidades entre las personas que comparten puesto de
trabajo.
Jefes; Colaboradores; Compañeros; Directivos, todos ellos, unidos por un vinculo
jerarquizado compiten entre si y sufren, en mayor o menor medida y por activa o
por pasiva, las consecuencias de las Envidias y Celos Profesionales.
Mientras la Envidia se desencadena por el deseo
de tener algo que otro posee, los Celos
se originan ante el temor de perder
algo, cosa o condición, que uno considera suyo. Ambos tienen en común el situar
el foco y nuestra atención fuera de nosotros.
Aunque están íntimamente relacionadas
y a veces suelen confundirse, como señalaba el filósofo y escritor español, Fernando
Savater: “ la diferencia radica en
que uno siente Envidia de lo que uno no tiene y celos de lo que uno tiene”.
Emulación y Comparación
que no hacen mas que alimentar nuestras inseguridades e insatisfacciones y nos alejan de la pretendida Felicidad.
En lugar de aceptar, apreciar y
disfrutar de lo que "se tiene", mejor aún, de lo que "uno es"; el Envidioso siente el dolor y
la frustración por lo que le falta.
Sitúa la Carencia en el eje central de su Existencia.
El Celoso compara y juzga. Se “siente” injustamente
tratado. Siente Celos de la Persona a la considera ocupa su lugar. Su
falta de confianza le hace sentir miedo a perder opciones o verse relegado
de su posición actual. Además del Miedo
su emoción es el Resentimiento.
Envidias y Celos que erosionan nuestras Relaciones y provocan zancadillas, deslealtades y comportamiento
insolidarios que todo buen Directivo
debe evitar generar , detectar a tiempo y, llegado el caso, atajar.
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