“Cuando estás rodeado de
personas que comparten un compromiso apasionado en torno a un propósito común,
todo es posible”-Howard Schultz.
Cada vez mas, la Cultura de una Empresa, se revela como
una Ventaja Competitiva que
diferencia a las Organizaciones exitosas de las que no lo son. Pero la Cultura no es simplemente un papel que
se escribe y se exhibe en folletos y manuales, o meras palabras que adornan
discursos corporativos.
La Cultura nace de unos valores
compartidos por los miembros de la Empresa
y Organización, y se materializa
en el comportamiento diario de todos
y cada uno de sus componentes. De no ser así surgen las Organizaciones esquizofrénica y farisaicas que abundan por doquier.
Cuando Valores y Comportamiento están
alineados brota el compromiso, la unión y la ilusión de
todos en torno a un Objetivo o Propósito compartido.
El Propósito Corporativo debe estar en sintonía; y ser reflejo de los valores
individuales al tiempo que facilitador
y catalizador de los Propósitos de
cada Persona. Y cuando mas puedan expresarse y desarrollarse, estos últimos, mas fuerte será la motivación, la lealtad y el compromiso interno de la Organización.
La Era de los “Qué” y “Como” ha
terminado. Los “Porqués” y “Paraqués”
cobran mayor relevancia, de ahí la importancia de contar con Líderes que modelicen en torno a si, la Cultura
Corporativa y sepan ,con su comportamiento
y capacidad de comunicación, expresarla de manera positiva e ilusionante y dotar de sentido a cada uno de los
Actos o Fines de la Organización.
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