La expectativa es la
raíz de toda la angustia. Willian Sakespeare
La decepción crea una sensación
de vacio, rabia y desengaño a tu alrededor que te sume en la tristeza, el
rencor o el abatimiento y te provoca
gran dolor.
Aunque inicialmente la decepción
nos desorienta y sume en la confusión, realmente es base de decepciones cuando nos damos cuenta de
“realidades” ocultas previamente para nosotros, dándonos, al tiempo, la posibilidad
de ajustar nuestras expectativas y deseos, y enseñarnos a depositar con mayor garantía
y salvaguarda nuestra confianza, deseos
y certezas.
Ante un revés o desengaño no
debemos permitir que nuestra autoestima y confianza se lesione
irreparablemente, como tampoco debemos
culparnos ni tampoco culpar a los demás.
Frente a la Decepción lo primero
es ser consciente de uno mismo y la situación; tenemos que esforzarnos en ganar en perspectiva, comprender y asumir
la realidad de los hechos. No caer en el lamento y el victimismo, rearmarse de
propósitos y buscar soluciones dentro de uno mismo es la mejor manera de
escapar del abatimiento y recuperarse de
una Decepción.
Tenemos que saber que la decepción
te golpeará, a veces caprichosamente, una y otra vez en la Vida, dándote la
oportunidad de forjar nuestro carácter y
aspiraciones.
¡Haz que la Decepción te fortalezca en lugar de destruirte¡
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