Sufrimos una preocupante carencia
de Liderazgo. Gran parte de nuestros Líderes exhiben una falta de Valentía y Carácter. Lo confían casi todo a su Talento
pero adolecen de voluntad, energía y entereza.
Denotan poca autenticidad,
reflejo de su falta de convicciones y compromiso, precisando del Marketing para orientar su
Liderazgo y tratar de conectar con sus
seguidores; por ello su Liderazgo se muestra edulcorado y débil.
Frente a ello necesitamos un
Liderazgo genuino, fresco y autentico; llevado a cabo por Personas integras y
positivas que derrochen sencillez, madurez y empatía.
Personas responsables a las que no les importa
arriesgarse y huir de lo políticamente correcto; que se sobreponen a las
dificultades y afrontan los desafíos con la seguridad que van a dar lo mejor de
si mismos y la esperanza de lograr su Meta.
Es fácil es ser positivo y ver la Vida color de Rosa cuando las cosas van bien. Lo complicado es sonreir
y poner buena cara frente a la Adversidad y el Fracaso.
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