Se consciente de que en este momento estas creando tu próximo momento basado en lo que sientes y piensas. Eso es lo que es
real. “Doc” Lew Childre.
No es raro encontrase con Ejecutivos que actúan como auténticos caballos desbocados sin ningún tipo de pudor y control emocional. Viven un estado permanente de convulsión y alteración. Junto a elevadas dosis de agitación y energía sin
control le siguen bajones de ánimo y pérdida de confianza.
Confunden eficacia y resultados
con activismo; cargo y responsabilidad directiva
con privilegios y prebendas, Dirección y Gestión de
sus Equipos con el clásico “ordeno y mando”.
Son Personas que parecen sufrir trastornos
bipolares. Unos días están eufóricas
y otros malhumoradas o sumidas
en la mas ostentosa depresión.
Alternan episodios de tremenda amabilidad con sus colaboradores con otros en
los que se muestran huraños y despiadados con los mismos quebrando con ello
cualquier vínculo de confianza.
Estos Directivos carecen de empatía
y son incapaces controlar el estrés y regular sus emociones provocando respuestas
extemporáneas e inadecuadas afectando a
la calidad de sus decisiones y con el consecuente deterioro
de su equilibrio emocional y relaciones.
De ahí la importancia de contar
con Directivos que posean una
elevado Código Ético, una
desarrollada Inteligencia Emocional y
Empatía siendo capaces primero de identificar sus emociones, controlar sus impulsos y conectar con las Personas y el Entorno mas próximo.
Tan relevante será conocer
aquello que nos agrada y motiva como aquello que nos incomoda y nos causa
estrés, aquello que nos resta energía o aquello que nos estimula y alienta,
para poder gestionar nuestras Emociones y
afrontar nuestros Miedos.
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