Si exagerásemos
nuestras alegrías, como hacemos con nuestras penas , nuestros problemas
carecerían de importancia. Anatole France
¿Quién sabe que lo es importante y lo que es accesorio y
circunstancial? ¿Porqué a unas cosas le damos mas importancia que a otras? ¿Qué cosas son las que nos hacen vibrar y
otras simplemente nos resbalan?
No todos reaccionamos igual ante
las mismas cosas, ni todos de damos la misma importancia. Con los años uno va
madurando y va forjando su propia identidad a base de respuestas ante los
estímulos que recibe. Hay cosas a las que les damos importancia y otras no
independientemente de su valor intrínseco.
Tenemos que saber separar el
grano de la paja y aprender a reaccionar de manera positiva dando importancia a
aquellas cosas que nos hacen bien y merecen la pena. Dejemos a un lado las
cosas negativas, aquellas que nos hacen daño, y no las coloquemos en el eje de
nuestra Vida. No dramaticemos en exceso, relativicemos, hagamos de la liviandad una virtud y pongamos foco en lo importante.
Como decía Epictecto: “lo verdaderamente
importante no son las cosas que nos suceden sino como reaccionamos ante ellas”.
Es nuestra actitud que la cambia el relato de lo que nos pasa.. Todos tenemos
la capacidad de modificar el relato de lo que nos pasa y asignar un valor
relativo a las cosas que nos suceden; de ahí lo importante que aprendamos a modificarlo para sacar valor a
nuestra experiencia y cambiar aquello que nos empequeñece y perjudica.
Y recuerda que si algo es importante para ti encontrarás el camino para lograrlo, si no siempre tendrás una excusa a mano.
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