7.27.2012

LA PEREZA


El que todo lo aplaza no dejará nada concluido ni perfecto. Demócrito de Abdera

Hoy quiero compartir con vosotros otro de los pecados capitales, el séptimo, que viene al pelo en éste caluroso y seco  verano, me refiero a  La Pereza.

Son fechas para el esparcimiento, la diversión y la ociosidad en la que todos en algún que otro momento nos dejamos llevar por un cierta holgazanería. Pero no debemos confundir El Ocio con La Pereza.

 Mientras que el primero nos permite hacer un alto en nuestra actividad y hace mención al descanso, al tiempo libre para el recreo, La Pereza nos sumerge en un estado de ánimo presidido por la tristeza y abatimiento.

La persona perezosa cae en una especie de apatía, tanto física como mental y espiritual que le priva de energía, motivación y le puede desencadenar “cronificada” un estado profundo de desesperanza y remordimiento.

Pero ¿Qué se esconde detrás de La Pereza?¿Cuáles son sus consecuencias?¿Cómo podemos combatirla?

La Indolencia, con su falta de sensibilidad, y La Indecisión, con su falta de determinación y La Dejadez, con su placentera monotonía,  hacen que La Pereza se reafirme en su estado de inacción.

La falta de estímulo a la hora de acometer una tarea, el desequilibrio entre las ventajas y beneficios que somos capaces a visualizar frente al esfuerzo que nos va  suponer, hace que nos mostremos perezosos y recelosos en su comienzo, prefiriendo  evadirnos o auto engañarnos aparcándolo o posponiéndolo para un mas tarde que las mas de la veces se convierte en nunca.

La falta de confianza en nuestras fuerzas, en nuestras posibilidades puede provocar en nosotros un estado de temor, que bloquea nuestra acción y se viste con el traje de la pereza. En este caso nuestra inactividad es fruto de nuestros miedos, a no saber hacer tal o cual cosa, a no dar la talla o defraudar las esperanzas depositadas en nosotros.

La monotonía nos lleva a la dejadez haciéndonos caer en un estado contemplativo que puede desembocar en el descuido y desinterés por lo que nos rodea  atacándonos la voluntad y conduciéndonos lentamente a remolque de los aconteceres.

Nada bueno nos depara La Pereza. Su aparente y placentero estado de letargo hará que nos comportemos de manera negligente y desidiosa descuidando nuestras verdaderas obligaciones. Y lo que es peor que nos refugiemos en otras actividades “improductivas” empleando nuestro tiempo en distracciones que nos alejan de nuestro verdadero cometido.

La Pereza es la antítesis de la Proactividad. Como tal nos lleva a Procrastinar, a postergar o aplazar. Ese no hacer las cosas debidas a su debido tiempo hace que todo se os vuelva mas cuesta arriba, que los problemas por no atajarlos a tiempo engorden, que en definitiva vayamos siempre a remolque y no sepamos conducir nuestra podría Vida.

La Pereza elige el camino más fácil, rehuye el esfuerzo y pone coto a nuestras ambiciones y deseos. Como señala el Libro de los Proverbios : El deseo del perezoso le mata, porque sus manos no quieren trabajar. Aunque como todo tiene su reverso  me viene a la memoria la frase Bill Gates cuando decía : "Yo siempre elijo a una perezoso para hacer un trabajo díficil, ya que éste encontrará la manera de hacerlo fácil"

En todo caso, por acertado e ingenioso que esté Bill Gates, no cabe duda que uno de los grandes enemigos del trabajo bien hecho es La Pereza la cual a pesar de su apatía se muestra presurosa con tal de acabar pronto sin importarle mucho el resultado . El Perezoso huye de la Excelencia y actúa a su pesar  forzado por la Obligación en lugar  de la Convicción.

Entonces¿Cómo hacer frente a la Pereza? ¿Cómo sacudirse de su encantamiento?

Si hacemos caso del Catecismo Católico a los Pecados Capitales se les combate practicando la Virtudes Capitales, en este caso a La Pereza se le combatiría con La Diligencia. Ello implica cuando sintamos que La Pereza hace presencia que salgamos de nuestro caparazón y actuemos siendo proactivos, estando prestos a hacer las cosas con entusiasmo y dedicación

Cultivar la curiosidad, rodearnos de compañías estimulantes y la disciplina nos ayudarán en nuestro cometido.  El ejercicio físico será un importante aliado en la lucha contra la Pereza, el cual demás de fortalecer la Voluntad estimulará las mitocondrias cedulares quienes nos darán la energía necesaria que precisa nuestro Organismo.

Por último no podemos olvidarnos que del enemigo mas importante de La Pereza: La Ambición.
Haremos frente a La Pereza poniéndonos retos, metas y objetivos. Teniendo una Visión y planificando nuestros pasos hacia ella. Si ponemos acción a nuestros sueños encontraremos la energía que nos falta para combatir la Pereza y desafiar nuestros miedos.

 Cuando vayas a comenzar tu andadura recuerda la frase del filósofo Chino Lao-Tsé: Un Viaje de mil millas comienza con un primer Paso

1 comentario:

Unknown dijo...

Muy buena síntesis y además indicando los contrarios, lo que da guía para poder salvar este problema, porque es un problema para nuestro desarrollo personal dejarnos caer en este pecado.