6.12.2012

Coaching & Mentoring


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La combinación  Coaching Ejecutivo y Mentoring en adecuadas proporciones se revela como un cocktail cada vez mas apreciado por los Departamentos de RR.HH. a la hora de abordar  y acelerar los Procesos de Desarrollo personal para sus Directivos más jóvenes o noveles.

Para los que nos estéis familiarizados con éste término decir que proviene de Mentor, el personaje griego de la Odisea al cual Ulises encargó antes de partir para Troya, la educación de su hijo Telémaco, ejerciendo de ésta manera Mentor el papel de tutor y preceptor del futuro Rey de Itaca.

 Por su parte el vocablo inglés Coaching, muy utilizado en la práctica deportiva (coach = entrenador) proviene de la ciudad húngara de Kocs, donde los Coaches eran los conductores de los carruajes quienes acompañaban y llevaban a su destino a los viajeros.

En el Mentoring el Directivo es asistido de forma personalizada  por un profesional experimentado para desarrollar sus habilidades, capacidades y conocimientos que le permitan desempeñar mejor su función. El Mentor comparte su experiencia y conocimientos con el Directivo para facilitar el aprendizaje de nuevos comportamientos.

Ambos “métodos” están orientados al cambio de comportamientos, la mejora del rendimiento y la consecución de los objetivos del Directivo, compartiendo muchas similitudes.

Como en el Coaching, el Directivo se responsabiliza del proceso de autodescubrimiento y aprendizaje personal constituyendo la relación interpersonal,  el   diálogo y la confianza mutua los pilares del mismo.

Igualmente el  Coach o Mentor, se comprometen con el compromiso del Directivo sirviéndole de inspirador, facilitador e impulsor para superar los retos a los que éste se enfrenta.

En el Coaching el Coach hará mas preguntas que afirmaciones, evitará dar opiniones y consejos dejando que sea el Directivo con el apoyo de su feedback quien encuentre por si mismo las respuestas y soluciones que precisa.

Por el contrario en el Mentoring  se hace un Coaching mas “directivo o dirigido”, siendo el Ejecutivo el que se sirve en su aprendizaje además de su toma de conciencia“insights”, de los consejos y experiencia de la persona que le asiste en el Proceso de Mejora.

A diferencia del Coaching el Mentor debe ser una persona con experiencia previa relevante como directivo o  en el ámbito profesional  del Directivo afín ganarse el reconocimiento y la influencia de éste de manera que su guía, orientación y consejos sean primero reconocidos, luego aceptados y por último útiles para su Desarrollo Profesional. De alguna manera el Mentor por su bagaje profesional,  experiencia y pautas se constituye como un modelo a seguir.

De ésta manera se suele en último término decir, salvando las diferencias de grado,  que todo Mentor podría ejercer como Coach y pero no todo Coach podría ser un  Mentor.

No es mi propósito defender aquí cual es mejor método o entrar en polémicas sobre la utilización purista de uno u otro. Dependerá de cada caso y circunstancias, pero  ambos, por si solos o en combinación, han demostrado ser probadas y eficaces herramientas para la mejora del desempeño de un Directivo. Como dice el proverbio Chino: ¿Que importa si es gato negro o gato  blanco si ambos cazan ratones?

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