La humildad proyecta grandeza
La Humildad, el respeto y la gratitud suelen ir juntas. Caminar por la vida con una actitud humilde te hará mas grande a los ojos de los demás.
Ser humilde es reconocer las propias limitaciones y admitir los errores. La prepotencia y el orgullo, además de estar reñido con la humildad y la indulgencia te alejará de la senda del crecimiento personal.
La humildad te abre la puerta del conocimiento y te permite aprender, lo que unido al esfuerzo seran dos poderosas virtudes. El soberbio y “ sabelotodo” se empecina en el error y no se deja ayudar.
La falta de humildad y la arrogancia puede ser un síntoma de una baja autoestima de ahi su inmodestia u ostentación.
A pesar de usarse a menudo de forma indistista, modestia y humildad no son lo mismo.
La primera hace referencia a las apariencias ( quitar el foco de uno mismo), mientras que la segunda es una virtud más profunda que mira hacia el interior de uno, supone un autoconocimiento en que reconocemos tanto nuestras virtudes como las propias limitaciones.
Es decir, podemos ser modestos sin humildad ( falsa modestia) y viceversa.
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