El Liderazgo es el Carácter
puesto en Acción. Warren Bennis.
Además de tener las competencias y conocimientos
necesarios y mostrar compromiso, el Liderazgo es también una cuestión de carácter; de tener un buen y marcado carácter.
El carácter como tal podríamos decir que es el conjunto de cualidades ético-morales y mentales que
definen y “caracterizan” a una
persona regulando su comportamiento en la Vida mas allá de las circunstancias puntuales y concretas.
EL carácter es una especie de “marca
de agua” dinámica que llevamos desde temprana edad aunque podemos ir modelándolo y desarrollándolo a lo largo del tiempo, de manera que éste nos define
a través de nuestros actos: “Somos lo que
hacemos”.
El Carácter de un Líder
está soportado en una sólida escala de valores personales en los que
la ética, la integridad y honestidad
personal constituyen su particular aguja
de bítácora con la que guiarse,
generando confianza en torno a su Persona y haciendo que las Personas crean en el.
Carácter, marcado y fuerte, que le hace ir por la Vida con convicción, confianza y determinación, demostrando tener entusiasmo y pasión por las cosas que realiza, transmitiendo a los demás su energía, empuje y animosidad.
A su fortaleza de ánimo, perseverancia
y resilencia frente a las
dificultades, se une su espíritu crítico e incorformista que motiva
y les hace llevar la iniciativa; ser proactivos
en su afán de mejora y consecución de
sus metas.
Este conjunto de rasgos que caracterizan al Líder quedaría incompleto si no mencionamos su orientación a las Personas, su generosidad y lealtad, su apertura de miras y
flexibilidad, y su inteligencia emocional y empatía que demuestra tener en
todo momento.
Como señalaba la contralmirante Grace Hooper, famosa científica en computación y leguaje
informático: “No se gestionan personas, se
gestionan cosas. Las personas se lideran”.
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