2.07.2013

LAS 3 PREGUNTAS QUE HAY QUE HACERSE EN TODO NEGOCIO



La necesidad nunca hizo buenos negocios. Benjamín Franklin

Sumergidos como estamos en la vorágine del día a día nos olvidamos a veces de pararos a pensar por unos momentos y contestar a unas 3 preguntas que no por sencillas se revelan profundas y capaces  de proporcionarnos claridad acerca de nuestro Negocio y su Gestión:

1) ¿Cuál es mi valor añadido y diferencial?
2) ¿Qué 3 cosas hay que hacer bien para tener éxito en este negocio?
3) ¿Entraría de nuevo en el negocio si tuviera la oportunidad de irme?

Se trataría con ellas de obtener un rápido diagnóstico estratégico sobre la bondad de nuestra Empresa.

Está claro que la respuesta a la primera pregunta te indicará si ofreces algún valor añadido a tus Clientes y si cuentas con alguna ventaja competitiva respecto a tus Competidores. Si no lo conoces o quisieras corroborar y profundizar sobre tus respuestas sería aconsejable escucharas y/o preguntaras a tus clientes por ello. Ello te permitiría focalizarte sobre aquellos aspectos verdaderamente relevantes de tu producto o servicio.

 Caso de resultar negativa la repuesta te encontrarías en una situación de debilidad e indiferencia que de no corregirla te abocará mas pronto que tarde a la desaparición.

Derivado de la primera cuestión la segunda pregunta te permite reflexionar y concentrarte sobre las Claves del Negocio que tienes entre tus manos. Tienes que conocer que cosas son imprescindibles  hacer bien o mejor que los demás  en este Negocio.

 Es obvio que hay aspectos comunes a todos los negocios como puede ser la salud financiera, un buen servicio al cliente o una buena administración o gestión de los recursos, pero también es evidente que es diferente gestionar una Entidad Financiera, una Compañía de Aviación o un Hotel por ejemplo.

Mientras que en un Banco, la Gestión de riesgos y el ratio de eficiencia (cuanto les cuesta generar un 1 € de margen) son factores clave para la buena gestión, en una compañía de aviación la eficiencia operativa, la rotación y fidelización de la clientela son determinantes. Una cadena hotelera por su parte tiene que focalizarse en optimizar la gestión de su ocupación e  ingresos derivados de la misma para poder competir con éxito.

Trata de preguntarse por las singularidades de tu Negocio, de observar a tus Competidores y fijarse en que es lo que hacen los que tienen más éxito para encontrar el “secreto de su fórmula “ y sus ingredientes. Tu observación  no debe dejar de lado al Actor Principal de tu Negocio, El Cliente.

Serán tus Clientes quienes que definan tu Propuesta de Valor y con ella las actividades clave que tienes que atender si las cuales no podrías funcionar con éxito. Será sobre ellas donde tienes que situar los Indicadores de gestión en tu Cuadro de Mando.

 Cuanto mas conozcas sobre tus Clientes, sus deseos, necesidades y comportamientos más fácil te será conectar emocionalmente con ellos y hacerles llegar adecuadamente tu Propuesta de Valor.

Por último y como “prueba del 9”  te tienes que cuestionar si entrarías de nuevo en este Negocio si pudieras volver a comenzar.

Esto te dará una idea bastante aproximada acerca de si merece la pena continuar en este Negocio o no, o en su caso si es conveniente que dejes atrás un determinado Proyecto y abandonarlo en lugar de enrocarte tratando a duras penas de levantar  un “Proyecto fallido”

Si los Beneficios no llegan o se acumulan las Pérdidas, si la Competencia es feroz y los Márgenes estrechos, si eres incapaz de controlar factores clave de la Cadena de Valor y estás en manos de los Proveedores o tus Clientes, si no gestionas bien las Operaciones o careces de la Tecnología necesaria, por último si  vives sumido en un sinfín de Problemas y hay perdido la Ilusión y la Pasión en tú trabajo serán indicadores que te avisan que ha llegado el momento de cambiar de barco, si  puedes y aún estás a tiempo.

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