1.08.2013

APOYOS EMOCIONALES













Yo soy porque tu eres, el día que no seas, yo dejaré de ser.

Hace poco recordaba las conclusiones de un viejo estudio realizado en la Fundación Carnegie  por el cual se  llegaba a la conclusión que el éxito profesional dependía sólo en un 15% de las Competencias Técnicas de la Persona, el 85 % restante estaba determinado por su capacidad para establecer Buenas Relaciones.

Quizás pueda parecer algo exagerado pero sin lugar a dudas de la capacidad que tengamos de adaptarnos a las circunstancias que nos sobrevienen y a nuestra  habilidad social para relacionarnos, compartir  y colaborar con otras Personas va a depender en gran medida nuestro Éxito en la Vida

Si algo  nos ha hecho estar en la cúspide de la Evolución, es  nuestra capacidad para cooperar permitiéndonos sobrevivir a los múltiples peligros que nos han acechado  adaptándonos a circunstancias, condiciones y medios  muy diversos.

Nuestra Biología se ha configurado de tal manera que nuestro Cerebro es eminentemente social gracias a lo cual somos capaces de comunicarnos empáticamente y nuestra capacidad  para el  Lenguaje se deriva de la necesidad imperiosa que hemos tenido de cooperar para salir adelante como Especie.

A pesar de ello es frecuente que en nuestro día a día nos comportemos de una manera excesivamente autosuficiente e individualista sin prestar el interés y la atención que se merecen nuestros compañeros, amigos o familiares sumidos como estamos en nuestras ocupaciones y preocupaciones. Aislamiento que nos va alejando progresivamente de ellos y nos impide prestar o solicitar su ayuda o nos dificulta establecer alianzas provechosas basadas en el aprecio e interés mutuo.

 De tal suerte es frecuente en el Trabajo   encontrarnos con tres clases de Personas, aquellos que confían todo a sus Capacidades Profesionales o otros que se basan exclusivamente en el manejo de su Agenda y Relaciones y finalmente aquellos, probablemente los de mas recorrido, que manejan una adecuada combinación de ambos recursos.

Estos últimos son Personas solidarias que en su trabajo se preocupan y están pendientes de los demás,  cuidando de los pequeños detalles. Son Personas equilibradas, que ponen el foco tanto en la Tarea como en las Personas  y saben balancear adecuadamente su Vida personal y profesional   ocupándose activamente de crear su networking estableciendo una fructífera  red de relaciones y contactos.

Pero no sólo se ocupan  de su trabajo, su  imagen y  sus relaciones profesionales , su preocupación sincera por estar conectados con otros tambien les permite tejer Redes Emocionales positivas que actúan como paracaídas  ante un eventual fracaso y les proporciona soporte afectivo y emocional en su búsqueda de la Felicidad y el Éxito.

Si queremos sentirnos conectados no caigamos en la tentación del individualismo y la autosuficiencia, compartamos nuestra inquietudes con los que nos rodean y hagámosles participes de nuestros sentimientos, expectativas e ilusiones. Escuchémosles  con atención, preocupémonos por ellos, apoyémosles, tendamos nuestra mano y ellos nos brindarán su apoyo.

La Vida sería demasiado inútil y aburrida siendo sólo cosa de uno.

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