10.04.2011

¿QUÉ ME PASA DOCTOR?



Recordando el título de la deliciosa y desternillante comedia protagonizada a comienzo de los 70 por Barbra Streisand y Ryan O´Neal muchos Directivos son incapaces de responder adecuadamente a esta pregunta y efectuar un diagnóstico certero sobre salud de sus equipos y su empresa.


Guiados por las urgencias de la situación y las mas de las veces por su inexperiencia se dedican a combatir la enfermedad que se ha apoderado de la Compañía mediante un tratamiento superficial y sintomático, que produce efectos positivos inmediatos pero que no ataja de raíz el mal de fondo.

Este comportamiento ilusorio y erróneo lleva a adoptar acciones correctivas en el corto plazo desatendiendo las soluciones fundamentales. Cómo he señalado, al principio se observan cambios favorables, mas o menos inmediatos, pero al no abordar las causas que provocan nuestro mal, se va enconando el problema y, como si se tratara de una adicción a algún psicotrópico, cada vez se depende de la solución sintomática, y se precisan progresivamente dosis mas grandes del mismo compuesto, para observar alguna mejoría que paradógicamente es cada vez mas leve y transitoria.


Es evidente que en muchas ocasiones no queda mas remedio que aplicar alguna solución o cirugía de urgencia, pero no por ello debemos de descuidar, primero mediante un diagnóstico certero, los planes de acción y cambios a medio y largo  plazo que debemos de introducir en la Compañía para mejorar su estado general y supervivencia.

Además de la falta de pericia detrás de este comportamiento, se puede esconder una falta de rigor y coraje por tomar decisiones drásticas y cambios importantes cuyos efectos no se ven en el corto plazo. Es la cultura ilusoria de lo fácil, de la búsqueda de la satisfacción inmediata, del cortoplacismo y provisionalidad, de ir posponiendo la verdadera solución, de los beneficios a corto sacrificando los beneficios de mañana. De los bonus a corto frente a la vinculación a largo con la Compañía.

Para ilustrar lo señalado, podemos poner como ejemplos cuando se pospone una inversión necesaria para abaratar los costes de producción, optando por una presión o incentivación a corto por incrementar la productividad de los empleados. Otro ejemplo de ello podría ser centrar toda la atención y recursos en algunos de los clientes actuales mas importantes, descuidando a futuro el crecimiento y diversificación de la clientela. Refiriéndonos a la Gestión de los Recursos Humanos.Nos encontraríamos en este caso cuando promocionamos y damos rienda suelta a un Directivo altamente exigente y controlador, muy eficaz en la consecución de los resultados a corto sabedores que destroza con el tiempo a sus Equipos. Otro ejemplo podría ser el empleo excesivo y continuado de Consultoras externas a nuestra Compañía, que a la larga crea dependencia y merma la confianza e iniciativa de nuestros talentos y recursos internos.


Enfin, ejemplos de ello hay infinitos, probablemente cada uno de nosotros podría encontrar a la mano alguno en los que se ha visto envuelto o se ha reconocido. Por ello es relevante darse cuenta de cuando actuamos movidos este arquetipo o patrón de comportamiento, que unido a otro tan peligroso como el anterior, me refiero al de las Soluciones Recurrentes (Si siempre ha funcionado así para que cambiar las cosas) puede sin remisión llevarnos al fracaso, bien desplazando y engordando el problema a futuro o sumiendonos en un círculo pernicioso, mediante el cual las acciones de hoy os llevan a adoptar acciones idénticas pero mas drásticas en el futuro.

Ejemplo de Soluciones recurrentes, sería reducir las comisiones y el equipo comercial para aligerar costes hoy y eso nos lleva a vender menos y tener mañana que hacer mas ajustes y así caemos en una espiral destructiva. Otro ejemplo que se me viene a la cabeza es cuando por ahorrar a corto plazo costes descuidamos el mantenimiento de nuestras instalaciones A la postre nos encontraremos con problemas de averias, de mal funcionamiento de la planta, o nos veremos obligados a hacer fuertes inversiones para alargar la vida útil. Cosa parecida podríamos decir cuando cortamos de plano los costes de formación, con los consiguiente problemas de capacitación futura de nuestros recursos internos o cuando reducimos los stocks para minimizar la inversión en circulante, provocando un empeoramiento en la calidad de servicio al dilatar nuestros plazos de entrega, lo que nos llevaría a una bajada de ventas que nos provocaría otro ajuste a la baja de los stocks.

A la hora de abordar un problema deberíamos preguntarnos siempre para detectar si nos anclamos en alguno de estos arquetipos ¿A qué estamos prestando atención? ¿Atacamos síntomas o vamos a la raíz del problema? ¿Cuál es el origen o causa de lo que nos pasa? ¿Qué medidas organizativas, financieras, industriales y comerciales deberíamos de abordar? ¿Esto que hoy hacemos tiene efectos duraderos o son medidas provisionales? ¿Para cuando las definitivas? ¿Qué me hace falta para tomarlas? ¿A dónde me conducen estas medidas en el futuro?¿Es un parche la decisión que voy a tomar?¿Que sofoco y que alimento? ¿Pan para hoy,...... hambre par mañana?

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