12.26.2013

COMPROMETER TU DIGNIDAD


Un hombre tiene que tener siempre el nivel de la dignidad por encima del nivel del miedo. Eduardo Chillida

¿Cuándo fue la última vez que comprometiste tu dignidad? Si tu respuesta es nunca ¡Enhorabuena¡ Eres unos de los pocos afortunados que no han visto aún puesta a prueba su Dignidad.

Dignidad que forma parte intrínseca  nuestra Persona y que queda comprometida frecuentemente cuando nos alejamos  de la Moral y La Ética con nuestro comportamiento y actitudes.

No sólo vemos socavada nuestra Dignidad cuando alguien nos falta al respeto o violenta nuestras libertades y derechos mas elementales; las mas de las veces somos nosotros quienes atentamos en primera persona  a nuestra Dignidad al actuar en contra de los “dictados” de nuestra Conciencia traicionando nuestros Principios y Valores.

Unas veces será movidos por obtener un beneficio inmediato o sacar ventaja de una situación o cuando nos aprovechamos de los demás instrumentalizándolos en pro de nuestro exclusivo interés. Otras comprometemos nuestra Dignidad cuando nos mostramos sumisos y dependientes  a costa de nuestros derechosautonomía e independencia personal.

Esto ocurre cuando nos callamos, no sabemos decir basta y poner límite a una situación en la que se lesiona nuestra Dignidad personal permitiendo situaciones de explotación o extorsión emocional.

Muchas veces por comodidad, sentirnos obligados o temor al rechazo o sus consecuencias quedamos atrapados en una relación tóxica y/o autodestructiva sin que nos “hagamos valer” generando un círculo vicioso que erosiona nuestra autoestima y capacidad para querernos.

Comportamientos “pasotas”, aquellos “del todo me resbala”; o en los que  acatamos todo, y siempre “decimos si, aún cuando quisiéramos decir no; o actitudes  en los que nos guardamos nuestro parecer  y  hacemos dejación de nuestra responsabilidad, son situaciones que  van poco a poco destruyendo el autoconcepto que tenemos de nosotros mismos y el respeto y consideración que los demás nos deben..

Ello desemboca finalmente  en una situación en la que bien somos transparentes, como si no existiéramos, en nuestra relación con los que nos rodean o nuestra Persona les importa un comino, lo cual no sabemos que es peor.

Si queremos salvaguardar nuestra Dignidad comenzaremos por hacernos respetar y valer, siendo dueños de nuestras acciones no eludiendo nuestra Responsabilidad.  Además de comportarnos de manera justa, integra y honesta debemos aprender a ser independientessaber defender, aún a costa de pagar un precio, nuestra singularidad y mostrarnos auténticos, es decir  fieles a nuestros pensamientos y emociones. ¡Declárate Independiente¡

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