Con la llegada de la Navidad y el Fin de Año es tiempo de hacer Balance, de reflexionar, de sacar consecuencias de los tiempos vividos y los tiempos por venir, y plantearse buenos propósitos para encarar con optimismo el Nuevo Año.
La Navidad y su mensaje de Paz nos recuerda que es momento apropiado para dejar atrás nuestros rencores y resentimientos y abrirnos al Perdón. El Espíritu Navideño nos invita a compartir como muestra de nuestra gratitud.
Está a punto de acabar el Año y seguidos sumidos en una Crisis que se resiste a dejarnos. Crisis que ha cambiado a muchos de nosotros nuestras Vidas y ha puesto a prueba nuestra resistencia y entereza.
La Navidad y su mensaje de Paz nos recuerda que es momento apropiado para dejar atrás nuestros rencores y resentimientos y abrirnos al Perdón. El Espíritu Navideño nos invita a compartir como muestra de nuestra gratitud.
Está a punto de acabar el Año y seguidos sumidos en una Crisis que se resiste a dejarnos. Crisis que ha cambiado a muchos de nosotros nuestras Vidas y ha puesto a prueba nuestra resistencia y entereza.
Nuestro Mundo ha cambiado y con
el nuestra Visión del mismo y perspectivas
de futuro. No por ello por ello debemos
de bajar la guardia, rendirnos y abandonar nuestras Esperanzas.
Atrás ha quedado lo más duro, lo
mas estéril y devastador. Ahora comienza un largo tiempo de esfuerzo y
reconstrucción que va a demandar lo mejor de cada uno de nosotros.
No todo ha sido negativo en ésta Crisis; a nivel global el Mundo y sus Instituciones han reaccionado con eficacia para evitar el colapso económico, a nivel individual La Crisis ha mostrado el verdadero valor de las cosas, eliminado lo superfluo y recuperado los Principios y Valores de siempre, aquellos que descuidadamente y de forma irresponsable habíamos ido dejando a un lado deslumbrados por la codicia y la abundancia de los años de vacas gordas.
No todo ha sido negativo en ésta Crisis; a nivel global el Mundo y sus Instituciones han reaccionado con eficacia para evitar el colapso económico, a nivel individual La Crisis ha mostrado el verdadero valor de las cosas, eliminado lo superfluo y recuperado los Principios y Valores de siempre, aquellos que descuidadamente y de forma irresponsable habíamos ido dejando a un lado deslumbrados por la codicia y la abundancia de los años de vacas gordas.
La Ética, la Honestidad, la
Austeridad, la Prudencia, la Transparencia se revelan hoy como Principios, Valores y Virtudes necesarios para la convivencia, el desarrollo
sostenible y solidaridad intergeneracional.
Por otra parte a pesar de la brecha creciente entre los más ricos y los más desfavorecidos, la Solidaridad
y el apoyo familiar y colectivo
están siendo clave en la salida de la Crisis
constituyendo auténticos refugios
y salvavidas sociales.
Es cierto que se atisban luces de recuperación cada vez mas
cercanas. Eso nos debe de llevar al optimismo
y no desfallecer.
Es momento para revisar y renovar nuestros Compromisos y poner en orden nuestras Prioridades para que al menos no hayan sido baldíos nuestros sinsabores y esfuerzos y hayamos sacado alguna enseñanza de las dificultades por las que estamos pasando.
Lamentablemente como reproche social
no parece que hayamos escarmentado y
puesto aún remedio estructural para
atajar la falta de gobernanza global
y la desregulación que nos ha llevado
a sufrir la peor Crisis conocida
hasta el momento.Es momento para revisar y renovar nuestros Compromisos y poner en orden nuestras Prioridades para que al menos no hayan sido baldíos nuestros sinsabores y esfuerzos y hayamos sacado alguna enseñanza de las dificultades por las que estamos pasando.
Con la esperanza se ponga pronto remedio y vivamos en un mundo más justo y solidario ¡Feliz Navidad¡
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