Acepta todo acerca de tí mismo, quiero decir todo. Tú eres tú y ese es el principio y el fin, sin disculpas ni arrepentimientos. Clark Moustakas
Una de las herramientas mas
potentes que tenemos a la mano para mejorar nuestro comportamiento y performance
es estar abiertos a la Autocrítica.
La Autocritica nos permite abrir
un espacio para la introspección
para conocernos mejor y reflexionar acerca de nuestra Conducta, analizando las causas y consecuencias tanto de nuestros
aciertos como de los propios errores. Empleando términos religiosos supondría hacer un examen de conciencia y adoptar posteriormente
un propósito de enmienda.
Hacer Autocrítica, a pesar de las dificultades que ello implica, supone un ejercicio de honestidad, sinceridad y es reflejo de nuestra madurez y compromiso. Gracias a la Autocrítica nos será mas fácil
emprender el camino del aprendizaje y
la mejora, al mostrarnos vulnerables,
aceptar y aprender de nuestros errores y sacar consecuencias positivas de
nuestros aciertos.
En todo caso tenemos que evitar
al Juzgarnos caer en el defecto de
ser demasiado severos e intransigentes con nosotros mismos, auto flagelándonos y centrándonos exclusivamente en nuestros
errores, limitaciones y defectos personales. Esta Autocrítica negativa y culpabilizadora saboteará nuestra Autoestima
y nos impedirá superar nuestras carencias
Ahora bien tan perjudicial o mas que la autocrítica negativa y saboteadora es la falta la misma. ¿Cuantas veces nos
encontramos con personas incapaces
para hacer un ejercicio de autoconciencia
y reflexión, bien por causa de su excesiva implicación, sus miedos o inseguridades o su deseo de evadir responsabilidades.?
Su ceguera sobre su Conducta
y su falta de perspectiva les lleva a no
ser ecuánimes y distorsionar La Realidad no aceptando ni las causas
ni las consecuencias de sus actos. Su falta de aceptación les impide cambiar
y superar sus defectos y limitaciones. Son
Personas que continuamente se escudan tras sus justificaciones y propias mentiras
que llegan a creer.
Alejan el foco de sí mismos y lo
centran en otros. No reconocen ni tampoco quieren aceptar sus
responsabilidades. Las cosas suceden como
si no fueran con ellos o no estuvieran allí. Su dialéctica es buscar
culpables y echar balones fuera.
Pueden llegar a ser proféticos ya que
de tanto buscar acaban encontrando sus anhelados chivos expiatorios a los que culpabilizan
de todos los males habidos o por haber.
Lamentablemente muchas veces la
falta de Autocrítica viene asociada
a una intolerancia y aversión a aceptar las Críticas ajenas, no sea que su Autoestima sufra menoscabo o su actuación
y posición quede en entredicho. Su respuesta habitual será hacer oídos sordos, evadir responsabilidades y contraatacar buscando alguien a quien echarle el muerto.
Esta incapacidad para aceptar las críticas, por otra parte tan
necesarias y beneficiosas dado que en cierto modo somos ciegos en la acción, está más
cerca de la Soberbia que de la Humildad
y es más dañina cuanto más se manifiesta en Personas a las que se les ha dotado
de Poder u otorgado un puesto de Responsabilidad.
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