Donde hay Soberbia, habrá ignorancia. Mas donde
hay Humildad habrá Sabiduría. Salomón
Si
tuviéramos que elegir una palabra que mejor caracterizara al Soberbio esta sería Sobrevaloración. Su arrogancia es fiel reflejo de la sobrevaloración de su Ego, lo que le hace comportarse de manera altiva y altanera.
Su engreimiento producto de una autoimagen desmesurada le convierte en
un Ser tan vanidoso y creído de si
mismo que se aleja de la Realidad que otros ven.
La Persona soberbia se cree superior y con mas derechos que los demás a los cuales trata de manera prepotente, desconsiderada o displicente.
Su deseo de
sentirse superior le lleva a menospreciar
a los demás. No quiere que nadie le
haga sombra por lo que tiende a aislarse
y mostrarse esquivo. Le gusta
rodearse de incompetentes o aduladores que ensalcen sus méritos y
cualidades ante los cuales le gusta vanagloriarse
y exhibirse ufano como un Pavo Real. Cuando se encuentran con un
posible rival la Ira y la Envidia se apoderan de él.
Le cuesta
dar su brazo a torcer mostrándose terco,
iracundo y altanero.
Su Soberbia le hace no aceptar las críticas ajenas
desoyendo las razones esgrimidas por los otros, lo que le convierte en una
persona tremendamente solitaria, individualista
y vulnerable al error que no suele reconocer. No quiere que su prestigio,
fama, poder o autoestima se vea puesta en riesgo lo cual le lleva a mostrarse intolerable.
El Soberbio se cree las mas de las veces imprescindible, no sabe reconocer bien
sus defectos y mide mal sus fuerzas,
pecando por exceso de confianza el
cual le hace comportarse de manera descuidada y poco prevenida acarreándole mas
de un disgusto.
La Soberbia es especialmente peligrosa y se ceba sobremanera en
todas aquellas personas que se ven con alguna cuota de poder o capacidad de influencia sobre los demás como pueden ser los Políticos y Gobernantes, los funcionarios, los Directivos de Empresa o cualesquiera otros con algún cargo de
responsabilidad.
El primer
paso para escapar de Soberbia es reconocerla. Luego debemos alejar nuestros miedos y aceptarnos como somos, con nuestras virtudes y defectos. Nos serviremos para ello de la virtud de la Humidad la cual nos dará la sabiduría y la conciencia de lo que somos tan necesarias para huir de la Soberbia.
Desde la Humidad
podemos actuar para crecer y superar nuestros límites. La Humildad nos hará
ser mas receptivos proporcionándonos
el equilibrio para abrirnos a los demás y ser mas condescendientes con ellos aceptándolos como son.
Primo
hermano de la Soberbia pero mas
justo y legítimo puede ser el Orgullo.
Mientras que la Soberbia es ciega y se
manifiesta con exceso y desmesura, el Orgullo
lícito ve como se equilibra la
balanza al contraponer a la reivindicación
del Ego y la vanidad, los méritos incurridos o las cualidades que nos son propias y que nos provocan enorme satisfacción interna
Este Orgullo equilibrado es fuente de Energía para fortalecer nuestra autoestima y confianza
en nuestras posibilidades y sobreponernos así tanto de los errores incurridos
como para superar los obstáculos y dificultades a los que tenemos que hacer
frente.
A menos que tu taza este vacía no podrá aprender
nada. Enseñanza Zen
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