Si tus acciones
inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más y ser mejores, eres un Líder.
Jack Welch
Sin Comunicación no puede haber Liderazgo efectivo. El verdadero Liderazgo es aquel capaz de transformar
la Realidad dotándola de nuevos
significados. En estado puro el Liderazgo
es Influencia y esta se ejerce por
medio de una Comunicación orientada
al cambio de Actitudes y Comportamientos.
Lo que diferencia al Líder del Gestor es que el primero tiene un enorme poder de atracción y persuasión sobre los demás. Va mas allá de su propia competencia generando confianza e ilusión, aglutinando y movilizando a su Equipo o seguidores en
tono a una Visión compartida de futuro,
en la que todos son importantes, tienen cabida y se beneficiarán de ella.
Mientras que un Gestor se ocupa del Hoy controlando,
administrando y optimizando los recursos
actuales para la consecución de los objetivos
presentes, el Líder se ocupa además
del Mañana siendo un motor
del Cambio y para lo cual tiene que convertirse en un Gestor
de Intangibles.
Ello implica pasar de gestionar meramente
Información a dotar a toda la Organización
de Significados y Valores, que actúen como revulsivos estratégicos para una Acción coordinada dentro de la Compañía.
Sirviéndonos de la frase de Nietzsche,
su misión será transmitir los Qués y Porqués para que en un entorno
de incertidumbre, información fragmentada y cambio estén en mejor
disposición para encontrar los Cómos y poder establecer así el rumbo y coordenadas que les lleven a alcanzar sus objetivos.
Otro Intangible del cual se ocupa el Líder es Gestionar
la Atención de su Gente lo que supone discriminar,
establecer prioridades y poner el foco y la atención de toda la Compañía
en aquellas cuestiones realmente importantes
y relevantes para su Futuro.
En este sentido un Líder eficaz es aquel que construye y gestiona Escenarios, no
sólo por lo que se refiere a su capacidad para analizar e interpretar el Presente y visionar el Futuro, sino también por su
capacidad para crear las condiciones para
influir en ellos logrando el consenso
y adhesiones necesarias en torno a la Visión y Misión de la
Empresa.
Nada de esto sería posible sin una
adecuada y continua labor de Comunicación.
Y esta para que sea realmente eficaz además de ser sencilla, concreta y cercana debe
de atender no sólo a los contenidos sino también ser capaz de gestionar tanto los Estados de Ánimo de la Compañía como
las Emociones de sus miembros, gestionando y conectando con las Expectativas de sus Clientes, Empleados y Accionistas y del resto de participantes
en su Mercado.
Para crear las condiciones para
el Éxito el Líder tendrá que
desterrar Estados de Ánimos que
actúen como lastres y evoquen el fracaso, la resignación, la desconfianza o
el temor por otros que inculquen elementos positivos en los miembros del
Equipo como la ambición, la ilusión, el
compromiso o la confianza.
Y como Gestor
de Expectativas comunicará de manera persuasiva e ilusionante su Visión
de forma que se cree Futuro anticipándose a él, adoptando Hoy
las medidas y decisiones que lo hagan posible Mañana. Como decía Peter Drucker:
La mejor manera de predecir el
futuro… es creándolo uno mismo”. De manera parecida Jack Welch nos señalaba : Cambia antes que tengas que hacerlo. Anticipándonos evitaremos sorpresas y haremos predecible y deseable el
Cambio
Por último resaltar que una Comunicación eficaz no deberá poner en
riesgo y menos traicionar las competencias
y valores core de un auténtico Líder
como son su Honestidad y la Integridad personal , para lo cual no sólo tendrá que ser oportuna, multidireccional y finalista deberá tambien ser transparente, creíble, veraz y coherente.
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