La Esencia de la estrategia consiste en la elección de lo que no se
debe hacer. Michael E. Porter.
Habitualmente nos movemos mejor
en el terreno de la Táctica pero un exceso de tacticismo nos puede confundir y desorientar tal como podemos observar hoy en nuestros Líderes Políticos.
Siempre se ha dicho que una excelente ejecución se puede echar a perder y mostrarse
carente de sentido por no tener claro los fines últimos perseguidos.
Una excelente Táctica sin una Estrategia que la sustente cuando
menos se puede convertir en un esfuerzo
baldío generando desorden y confusión; y lo que es peor, nos puede hacer renunciar a nuestros Principios
y caer
en la trampa e ilusión de que todo
vale con tal de conseguir nuestros fines.
Detrás de la Estrategia se esconden los propósitos
de fondo buscados mientras que la Táctica utiliza diversos recursos y planes específicos para alcanzar los Objetivos buscados.
La Estrategia te ayuda a poner
foco en el largo plazo; a tener
una mayor perspectiva y visión global; te permite ver con mas
claridad en el marasmo cotidiano y por último te pone en disposición de adoptar las opciones y alternativas mas
adecuadas. Por su parte la Táctica sitúa
su horizonte de actuación mas en el corto plazo.
Como Directivos
se nos exige aportar nuestra Visión y
Liderazgo Estratégico para conducir
a nuestra Organización y Equipos en la dirección adecuada ya que
como señalaba Séneca en sus cartas a
Lucilio : Ningún Viento será favorable
para quien no sabe a qué puerto se encamina.
Ello supone interpretar adecuadamente el Entorno,
tener sentido de la anticipación,
cuestionar el status quo existente
estando abierto a los cambios y por
último hacer participes de nuestra de
nuestra Visión a nuestros Equipos.
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