¿De qué le sirve al
hombre ganar el Mundo si pierde su Alma? Blaise Pascal
Al igual que Fausto, legendario personaje medieval inmortalizado por Goethe y Wagner ente otros famosos escritores y músicos, algunos Directivos hacen un trato con el Diablo vendiendo metafóricamente su Alma con tal de obtener poder, éxito profesional o reconocimiento
social.
Estas Personas son capaces de “tragar
sapos”, venderse al mejor postor y aparcar a un lado sus Valores
cuando las circunstancias lo precisan. No hacen ascos a la hora de traspasar
los límites de la moralidad- El Fin justifica los Medios- siendo muchas veces esclavos de la codicia,
el narcisismo y la ambición.
Nada les detiene y anteponen casi todo a su beneficio.
Son utilitaristas e individualistas que actúan en función
de su propio interés y Ego careciendo de ética e integridad en su
manera de comportarse y relacionarse con
los demás. Tienen tendencia a la eliminación de las Personas que se oponen a sus fines y a la manipulación de aquellos con quien se rodean con tal de que sirvan
a sus propios intereses.
Sus Valores y Creencias son
de quita y pon en función de su
utilidad para conseguir el premio o propósito buscado. Por ello, muestran una personalidad dual
y escindida
creando una brecha creciente y
contradicción entre su “discurso oficial”
y su comportamiento real.
Son altamente desmotivadores al tiempo que se desconfía de ellos convirtiéndose, a los ojos de todos, en personajes insolidarios,
engreídos y “des-almados”, que
corrompen su Persona e inhabilitan su Liderazgo
a causa de su Pacto Mefistotélico olvidándose del alto precio que tienen que pagar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario