Dímelo y lo olvidaré, muéstramelo
y lo recordaré, involúcrame y lo aprenderé. Confucio
El Coaching se revela como una disciplina muy eficaz para el aprendizaje conductual y transformador. Llega al Conocimiento a través de la revelación, el autodescubrimiento y la experimentación
pragmática.
El Coaching como proceso está orientado al aprendizaje y la mejora de los resultados
del Coachee (Cliente),siendo el hilo conductor de
todo el proceso, el Foco en el Objetivo.
Con el apoyo del Coach se propicia el cambio de observador y la reinterpretación de la situación alcanzándose
los insights (“darse cuenta de”) necesarios para la mejora el nivel de consciencia y comprensión, impulsándose los cambios
cognitivos y emocionales que
habilitan una mejor respuesta frente
a los problemas y dificultades de manera que se produce el aprendizaje y se fomentan las soluciones
creativas.
En lugar de enseñar al Coachee se le
ayuda a aprender por si mismo para movilizar sus recursos y maximizar todo su potencial y desarrollo.
A diferencia del Mentor, el Coach no es un experto en la materia en cuestión; en cambio su “expertise” consiste en ser un facilitador del aprendizaje y la construcción
de soluciones mediante el cambio del
marco de referencia y perspectiva del Coachee, la mejora de su nivel de Conciencia y aproximación al Objetivo a través de un Plan
de Acción diseñado por el propio
Coachee ya que se trata de aprender
haciendo.
Pero sin acción reflexiva no hay retroalimentación
ni aprendizaje posible basado en la
propia Experiencia; por ello el Coach sirviéndose de “preguntas poderosas “ que
propicien la reflexión del Coachee y el reenfoque de situaciones por parte de éste, fomentará
el aprendizaje movilizando al Coachee a la acción, proporcionándole en
todo momento su Feed back y refuerzo positivo, para reorientarle en su ejecución y sostener
su esfuerzo en el Objetivo.
su esfuerzo en el Objetivo.
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