2.27.2014

LA HIPOCRESIA


Nada mas Hipócrita que la eliminación de la Hipocresía. Nietzsche

La Hipocresía aunque  traté de ocultar  su falsedad siempre ve se ve delatada por sus Actos.

El Hipócrita esconde su faz tras una máscara para ocultar su Verdad. Tiene doble moral y utiliza dos varas de medir, una para juzgarse a si mismo y otra mas severa para valorar la conducta de los demás.

Le gusta dar lecciones y  tras su magisterio dice lo que no hace y hace lo contrario a lo que predica . Bajo su pretendida dignidad  enmascara  su falta de escrúpulos actuando como aquel “trilero” que  te muestra con una   mano aquello que quieres que veas para ocultar lo que en la otra esconde.

Para acallar  su conciencia no hay contradicción alguna en su comportamiento. El Hipócrita siempre elude su responsabilidad encontrando justificaciones para su conducta ya que con su mentira, a  fuerza de fingir y aparentar, mas bien se engaña a sí mismo ,como señalaba Balmes, prefiriendo cerrar  los ojos o mirar para otro lado  y así acabar creyéndose que es lo que  lo que no es.

La Hipocresía es tremendamente contagiosa. Se  extiende por nuestra Sociedad, Clase Política, Empresas e Instituciones quienes tras ampulosas declaraciones de Principios y Valores, costosas Campañas de Publicidad, y estrictos Códigos de Conducta intentan crearse una Imagen que difumine una Realidad  en la que nada es lo que parece ser   haciendo bueno el dicho Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces.

 El colmo de la Hipocresía es afirmar que la Hipocresía Social es beneficiosa por aquello  que muchos vicios privados producen beneficios públicos. Al fingimiento del Hipócrita se le ve como una forma de virtud o cortesía social  en la que convenientemente  nos han educado para favorecer la convivencia.

Pero esto de la Hipocresía, afectándonos a todos  también va por latitudes como nos recordaba  Salvador de Madariaga  al comparar los vicios nacionales de Franceses, Españoles e Ingleses. A los primeros le atribuía La Avaricia, a nosotros la Envidia, como recogía magistralmente Unamuno en su novela Abel Sánchez y por último a los Ingleses y su Puritanismo la Hipocresía.

Y como afirmaba William Somerset: En tiempos de hipocresía cualquier sinceridad parece cinismo

No hay comentarios: