El hombre sabio incluso cuando calla, dice más que el necio cuando
habla. Thomas Fuller
No me voy a referir hoy al Rigor entendido como algo severo o extremadamente duro. Si, al Rigor como cualidad personal que hace que las manifestaciones y opiniones
de uno sean tenidas en cuenta por verosímiles , por su precisión y certeza
predictiva.
En un Mundo como el actual en el
que se ha democratizado la información
y donde priman la inmediatez y las respuestas rápidas nos vemos acuciados
a saber y opinar de todo y en todo momento. El Conocimiento es Poder, razón por la cual no nos gusta confesar nuestra ignorancia o incapacidad
para entender una determinada información o situación aparentando ser lo que no somos y entender aquello que
se nos escapa y desconocemos.
Para hacer frente a esto y defendernos de la falsedad, frivolidad e imprecisión, presentes en nuestra Sociedad, estamos cada vez más necesitados del Rigor. Rigor en las Instituciones, Políticos y Agentes Sociales; Rigor en los Medios de Comunicación y Redes Sociales y por último y no menos
importante Rigor en nuestro Trabajo y
actuación profesional.
Está claro que no podemos ser
absolutamente objetivos y que la Realidad es un conjunto de construcciones mentales superpuestas;
pero lo que si podemos y debemos es ser humildes,
honestos y comprometidos con nuestras manifestaciones.
Rigurosidad que implica primero observar la Realidad con cierta neutralidad
y distancia desde la perspectiva de nuestra
integridad personal e intelectual
para después hacer un ejercicio de reflexión y análisis crítico que valide y fundamente los criterios
expuestos y actuaciones llevadas a
cabo.
Si somos rigurosos, manifestamos un compromiso con nosotros mismos y con los demás haciéndonos responsables de nuestras opiniones siendo por ello acreedores de confianza , credibilidad y fiabilidad.
Si somos rigurosos, manifestamos un compromiso con nosotros mismos y con los demás haciéndonos responsables de nuestras opiniones siendo por ello acreedores de confianza , credibilidad y fiabilidad.
En ausencia del Rigor lo mas normal es que seamos considerados unos Chichinabos de tomo y lomo. Nos moveremos
en la superficialidad y apariencia de la cosas, actuando sin
fundamento alguno haciendo ver con nuestro comportamiento nuestra falta peso y talla tanto Personal como Profesional.
En el trabajo, la Persona superficial y poco rigurosa tiene tendencia a tomarse las cosas a la ligera, a ignorar peligrosamente los problemas y dificultades, a esconder su ignorancia opinando de todo y, lo que puede ser peor, a ocultar la verdad ya que su falta de Rigor muchas veces lamentablemente va asociada a la falta de Escrúpulos.
Siendo conscientes que no se puede vivir en un mundo de certezas y que no podemos tener todas las respuestas, aún así , tenemos que ser Rigurosos en nuestra Vida y en el Trabajo, hablando y actuando con propiedad y fundamento, prestando atención a los detalles y siendo concienzudos y responsables en el mismo.
Pero no por ello tenemos que ser pretenciosos, opinar como jueces al dictar sentencia, ser rígidos e inflexibles frente a las opiniones ajenas, ni tampoco hablar desde el Pulpito o Tribuna del Rigor. Si no, caeremos en la trampa del Perfeccionista y la Exigencia.
En el trabajo, la Persona superficial y poco rigurosa tiene tendencia a tomarse las cosas a la ligera, a ignorar peligrosamente los problemas y dificultades, a esconder su ignorancia opinando de todo y, lo que puede ser peor, a ocultar la verdad ya que su falta de Rigor muchas veces lamentablemente va asociada a la falta de Escrúpulos.
Siendo conscientes que no se puede vivir en un mundo de certezas y que no podemos tener todas las respuestas, aún así , tenemos que ser Rigurosos en nuestra Vida y en el Trabajo, hablando y actuando con propiedad y fundamento, prestando atención a los detalles y siendo concienzudos y responsables en el mismo.
Pero no por ello tenemos que ser pretenciosos, opinar como jueces al dictar sentencia, ser rígidos e inflexibles frente a las opiniones ajenas, ni tampoco hablar desde el Pulpito o Tribuna del Rigor. Si no, caeremos en la trampa del Perfeccionista y la Exigencia.
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