Tarde o Temprano la
Disciplina vencerá a la Inteligencia. Dicho
Japonés
La Disciplina ha tenido siempre mala prensa. La vemos como algo impuesto y doloroso, ligada al castigo o al esfuerzo pero esto no tiene
que ser necesariamente así.
Sin negar esto último la
Disciplina cuando surge de la Motivación
tiene que ver más con él hábito, la constancia y el disfrute. El secreto está en hacer
aquellas cosas que queremos, para después comprometernos
y entregarnos a con Pasión a
ellas.
La Disciplina tiene la virtud
de hacer fácil lo difícil allanando las
dificultades, abatiendo los obstáculos,
mientras moldea y canaliza nuestro carácter
y energías en post de nuestras Metas.
Cuando nos la imponemos a nosotros
mismos constituye una útil base de aprendizaje
y actúa como un mandato interior y
compromiso de mejora y autosuperación.
La Disciplina en nuestras Vidas
se adquiere con la rutina a base de entrenamiento; paso a paso, día a día, año tras año; sin perder de vista nuestra Metas,
por eso va unida a la Constancia y la
Perseverancia.
Exige decisión y determinación
pero es una vía directa, sin
necesidad de falsos y muchas veces tortuosos atajos, para el Éxito y el Crecimiento Personal situándonos en los raíles adecuados para no
perder el Tren de las Oportunidades.
La Clave es ponerla al servicio
de nuestras fortalezas, habilidades e intereses y sobre todo disfrutar
del proceso.
Si lo logramos, iremos progresivamente adquiriendo un control personal y autodominio que nos facilitará conseguir lo que nos propongamos en
la Vida gracias a la Cultura del Esfuerzo y ya se sabe el
dicho que todo lo que se consigue rápido y sin esfuerzo no puede ser
muy valioso ni durar mucho.
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