ENTRENAR EL TALENTO

Existe algo mucho más escaso, fino y raro que el talento. Es el talento de reconocer a los talentosos.ElbertHubbard

Después del triunfo de los Chicos de la Rojita en el Europeo Sub 21 e inmensos como estamos en plena Copa FIFA Confederaciones en Brasil me viene a la cabeza el paralelismo existente entre la Gestión del Talento Empresarial y la Gestión Deportiva de un Equipo de Fútbol.

Como Directivos debemos de atender y procurar el cumplimiento de los Objetivos que  tenemos asignados en nuestra función y esto debemos de hacerlo de una manera sostenible y rentable para nuestra Compañía.

La mas de las veces acuciados por una visión cortoplacista del puesto nos dedicamos a gestionar el día a día sin importarnos mucho el mañana o el pasado mañana. Nuestra prioridad es obtener resultados a corto sin atender a su coste ( El que venga después que arree…)por lo que muchas veces olvidamos que una de las principales responsabilidades que tenemos es Entrenar el Talento que tenemos encomendado sin infrautilizarlo, malgastarlo ni mucho menos “quemarlo” ya que constituye un escaso y valioso "Capital"  de nuestra Empresa.

Pensamos equivocadamente que esa responsabilidad recae exclusivamente en el Departamento de Recursos Humanos haciendo por tanto una dejación peligrosa de las tareas de Gestión y Desarrollo de las Personas de nuestro Equipo.

Por otro lado  muchos Departamentos de Recursos Humanos han pervertido el sentido verdadero de su función de naturaleza estratégica sustituyéndola por otra de corte administrativo revestida de un sinfín de Procesos y Operaciones en los que se enfrascan los Gestores de Recursos Humanos alejándoles de las Personas que gestionan. Pareciera que se quedaran sólo con la primera palabra de su nombre Recursos y dejaran de lado a naturaleza humana de su “materia prima”.

Sirviéndome del símil futbolístico señalado al comienzo, el Departamento de Recursos Humanos debiera actuar como un auténtico Director Deportivo marcando la “filosofía de la Empresa” y la línea a seguir de acuerdo con la Cultura Corporativa deseada, pensando tanto en el Presente de la Empresa como en su Futuro. 

En consonancia con lo anterior, en dialogo con la Presidencia y/o CEO,  será  su cometido nombrar al Entrenador y ayudantes, es decir al Equipo Directivo de la Compañía, confeccionar la “Plantilla” del primer Equipo y conocer en profundidad el Mercado, atendiendo al tiempo a la “Cantera” para promover y desarrollar el Crecimiento Interno apostando por la Polivalencia y Flexibilidad sin tener recurrir de forma habitual al exterior para cubrir las posiciones que solicitan los “Entrenadores". 

Para hacer bien ésta función tendran que pisar el terreno, dejar el “papeleo” que les ocupa y absorbe (función perfectamente externalizable) y ponerse al lado de las Personas, a las cuales además de reclutar en primera instancia, deberán conocer, tutelar y apoyar en su desarrollo, preocupándose por promover las oportunidades internas y desarrollar Planes de Carrera y Sucesión comenzando por los mas críticos.

Por su parte los Directivos, en nuestro papel de Coaches o Entrenadores, debemos de ser coherentes con la Cultura Empresarial y generosos y solidarios con sus necesidades , sacando el mayor partido posible a las Personas que forman hoy parte de nuestros Equipos, conociéndolas y obteniendo lo mejor de cada uno, permitiendo su desarrollo, estimulando su creatividad y asignándoles las funciones para las cuales están mas capacitados sin descuidar la debida Planificación que nos hará  prever las necesidades futuras de Talento que pueda tener nuestra Empresa para poder diferenciarnos y competir con garantías de Éxito.

Claro está que nuestra primera e inmediata Responsabilidad es "ganar partidos y conseguir  Campeonatos” cumpliendo con los Objetivos que tenemos asignados. Para ello, valiéndonos de nuestro “Oficio” de Directivos , nada mejor que, aflorar y entrenar el Talento que atesora nuestra Plantilla, avivando compromisos y gestionando  todo su potencial y diversidad con una Visión y Liderazgo Integrador en torno a una Meta común. 

Estímulo, Respeto y Confianza serán los elementos clave para conseguirlo.