El Puenting consiste en saltarse
al inmediato jerárquico superior o
inferior sin el conocimiento o consentimiento del Puenteado.
Hacer Puenting es propio de los Trepas
que utilizan ésta práctica como medio para obtener prebendas y/o escalar en
el Organigrama de una Organización.
El Puenteo atenta de forma directa a la unidad de mando y líneas de
reporte en una Organización
socavando seriamente el principio de
autoridad y la responsabilidad derivada
de la Jerarquía ya que no se concibe la una sin la otra.
En ocasiones dependiendo de la
situación o tipo de negocio se puede ser flexible
y de forma puntual incurrir en el Puenting por razones de agilidad, inmediatez o cercanía a
la fuente. En todo caso esto hay que hacerlo con el conocimiento del Puenteado nunca a sus espaldas y de
forma habitual.
Ahora bien si es estructural o permanente lo deseable y conveniente es cambiar la línea de reporte y el Organigrama adaptándolo a las exigencias operacionales y aligerándolo si fuera preciso.
Por cómodo o provechoso que
pueda parecer no debemos caer en el error de practicar el Puenting ya que alimenta la desconfianza
y promueve la deslealtad afectando paradójicamente
a la postre a la eficacia de la Organización al diluir las responsabilidades dentro de la misma.
Como Directivos debemos de dar oportunidades
para que nuestros Colaboradores
brillen con luz propia reconociendo públicamente y ante
nuestros superiores su valía y trabajo y así evitar la casi necesidad biológica de ser puenteados por ellos al ejercer nosotros
de Tapón para sus legítimas aspiraciones profesionales. Si
así ocurriera y fuéramos puenteados debemos mostrarnos asertivos ante nuestro Jefe exponiendo nuestra disconformidad
con la situación haciendo valer nuestra Posición.
Al mismo tiempo evitaremos la tentación de saltarnos a nuestros Subordinados directos sino queremos desacreditarlos, romper la armonía y provocar el desconcierto , la desorganización
y la desmotivación en nuestros Equipos.
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