La Paciencia es amarga, pero dulces
son sus frutos. Jean-Jacques Rousseau.
A
pesar de ser considerada por muchos como la Madre
de todas las Virtudes la Paciencia
debe de ser administrada en correctas dosis.
En
su justa medida la Paciencia nos proporciona
el tiempo necesario para esperar con
calma que las cosas maduren. La Paciencia nos enseña a saber actuar con tranquilidad, a no guiarnos
por las urgencias dándonos la serenidad y el aguante necesario para la Espera,
permitiéndonos sobrellevar una situación adversa
e incierta evitando que caigamos presos de la ansiedad y la desesperación.
Frente al impulso
inconsciente, la Paciencia permite
ver mejor los problemas y nos da la perspectiva y la distancia emocional para controlar nuestras reacciones emocionales,
enseñándonos a ser tolerantes y “enfriar la
situaciones” de forma que nuestra respuesta sea adecuada y no
entremos al trapo de quien “nos cita” y provoca.
La
Persona que tiene el don de la Paciencia
es perseverante y constante en sus esfuerzos; no busca la inmediatez
y no se desanima fácilmente ante las dificultades. manteniendo
su vista en el Objetivo.
Por
el contrario excesivas dosis de Paciencia nos pueden conducir a la Pasividad haciéndonos caer en la parálisis e inanición. Pero no hay que confundir ser paciente con “ser un
huevón“ como vulgarmente se dice. La diferencia radica en nuestra actitud interior.
El
Paciente está comprometido con la situación
que tiene que afrontar. No le resbalan los temas ni hace de la dejadez y
el pasotismo su guía y forma de comportarse.
Muy
al contrario la madurez y fortaleza del Paciente está en su consciencia
y aceptación de la realidad de
las cosas. Su buen juicio le evita
caer en la desesperación e inútiles lamentos afrontando la adversidad, sin verse abrumado por la
tristeza, con serenidad respondiendo de manera constructiva y actitud
positiva.
En
el reverso de la moneda estarían los Impacientes,
aquellos que viven en la inmediatez y no escuchan actúando
siempre urgidos por las prisas. Los Impacientes están siempre en el
disparadero y a punto de Perder el
Control, situación que paradójicamente les irrita y les hace mas irascibles
al poner el foco en lo inevitable, en todas aquellas cosas
sobre las que no pueden actuar y se
escapan de sus manos.
Su
falta de Paciencia les lleva a ser intolerantes con los demás, inconformes con
las situaciones e insatisfechos consigo
mismos al no aceptarlas ni poder resolverlas.
Debemos
de aprender a ser Pacientes para
conocer el verdadero Tempo de las
cosas y ser más conscientes, viviendo cada
momento y disfrutando de la vida.
La Paciencia nos abrirá a los demás, nos permitirá escucharles y comprenderles mejor y nos enseñará a aceptar las cosas como son y no como queremos sin renunciar a nuestros Sueños actuando sobre aquello que depende de nosotros como señalaba el famoso teólogo y politólogo norteamericano Reinhold Niebuhr en su conocida Oración para la Serenidad:
La Paciencia nos abrirá a los demás, nos permitirá escucharles y comprenderles mejor y nos enseñará a aceptar las cosas como son y no como queremos sin renunciar a nuestros Sueños actuando sobre aquello que depende de nosotros como señalaba el famoso teólogo y politólogo norteamericano Reinhold Niebuhr en su conocida Oración para la Serenidad:
el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar
y la sabiduría para conocer la diferencia……
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