Prefiero
que mi mente se abra movida por la Curiosidad a que se cierre movida por la Convicción. Gerry Spence
Se
suele mencionar ciertamente al Sexo como
fuerza o motor capaz de mover a la Humanidad; otro impulso similar y del que se habla mucho
menos es La Curiosidad.
Desde
nuestra Infancia este impulso nos ha permitido adaptarnos, avanzar en nuestro
desarrollo e interactuar con el
mundo exterior. La observancia de nuestro propio cuerpo y el de los demás desde
temprana Edad, la inquietud por descubrir nuevas cosas y el apetito por saber
expresado en los consabidos Porqués de
los Porqués constituyen un rasgo característico de los niños.
La Curiosidad además de ser un instinto
natural esencial para nuestra Supervivencia,
nos ha llevado a ampliar las Fronteras de nuestro Mundo y del Saber.
Las Grandes Exploraciones que se han producido a los largo de los Siglos, las investigaciones científicas, los avances tecnológicos, que nos han permitido alcanzar este nivel de bienestar no hubieran sido posibles sin esta fuerza intrínseca que lleva a los Humanos a desear saber mas.
Las Grandes Exploraciones que se han producido a los largo de los Siglos, las investigaciones científicas, los avances tecnológicos, que nos han permitido alcanzar este nivel de bienestar no hubieran sido posibles sin esta fuerza intrínseca que lleva a los Humanos a desear saber mas.
La Curiosidad actúa en nosotros como una fuerza interna proporcionándonos la automotivación necesaria para concentrarnos y disfrutar
con lo que nos traemos entre manos con
independencia de su resultado.
Está
claro que somos curiosos por naturaleza,
aunque no todos por igual, y es ésta curiosidad
la que promueve la capacidad de
aprendizaje que nos acompaña a lo largo de nuestras vidas. Precisamente hoy
se conoce como Neotenia a la
retención de características juveniles,
propia de nuestra especie, que nos llevar a seguir aprendiendo con independencia
de la Edad Biológica cuestión que ya intuía el insigne escritor y crítico literario Azorín cuando sagazmente señalaba: La Vejez es la pérdida de la Curiosidad
Es
esta inquietud por saber la que nos
convierte ser unos aprendices permanentes
alentando nuestra imaginación y creatividad.
Las
personas más curiosas disfrutan con nuevas
experiencias centrándose en todo aquello que despierta su atención. Son más
sensibles a los nuevos estímulos y novedades haciéndolas más flexibles
y adaptables al Cambio.
Precisamente
por eso, La Curiosidad es hoy es una competencia solicitada en muchos Puestos de Trabajo.
Su
amor por lo desconocido, el gusto por la experimentación, el permanente desafío
y cuestionamiento de las cosas, su atracción por el riesgo y la aventura, la
búsqueda constante de nuevas soluciones y enfoques hacen de La Curiosidad una cualidad profesional muy demandada.
Igualmente
las Personas Curiosas muestran una
mayor receptividad, apertura y empatía
en sus relaciones. Soportan mejor la ansiedad
frente a la confusión y el caos, no importándoles demasiado recomponer sus esquemas y mapas mentales siendo más permeables a vivir en entornos
inciertos e inseguros.
Su
afán por adquirir nuevos conocimientos y vivir nuevas experiencias les hace
resistentes al aburrimiento y les
permite vivir con mayor intensidad dotando a su existencia de nuevos y mas
variados significados que en
definitiva les permite llevar una Vida
plena y feliz.
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