El único barco seguro en una tormenta es el Liderazgo. Faye
Wattleton
El Liderazgo empresarial ha cambiado mucho a lo largo de los tiempos
acomodándose al “ Estado del Arte” y contexto socioeconómico de su Tiempo.
Del primitivo Liderazgo Autoritario y Transaccional hemos ido pasando por
diversos estadios hasta llegar al Liderazgo
Transformacional e Influyente
orientado mas a movilizar y canalizar la Energía de la Compañía y sus
Equipos en post de unos Objetivos que
a controlar y maximizar el rendimiento de éstos.
La revolución tecnológica y social han
provocado que el Liderazgo haya pasado en los últimos tiempos de verse como un role individual y permanente a contemplarse como un proceso colectivo con múltiples fuentes de influencia e impactos
multidireccionales.
Pero a raíz de la profunda Crisis en la que estamos inmersos y convivir con un Entorno presidido por la incertidumbre
y la volatilidad ha resurgido la necesidad de volver a contar con un Líder “fuerte”
y menos “difuso” capaz de gestionar y dar el soporte emocional
a sus Equipos proporcionándoles la Visión, Confianza y Apoyo que éstos
necesitan ya que ahora más que nunca es preciso no equivocarse de rumbo, tomar riesgos
y avanzar abriéndonos paso a base de creatividad
e innovación.
Para ello el nuevo Líder tiene que tener una amplia Visión estratégica, sabiendo leer, interpretar y comprender los
cambios, como el oleaje en una tormenta, que se suceden continuamente alrededor
suyo maniobrando con pericia calculando
los riesgos, anticipando el futuro
y preparando a su Compañía adecuadamente para que pueda competir con éxito en esas
variables y fugaces condiciones.
No menos importante, junto a esa Visión de Futuro y su capacidad para compartirla, será que represente y haga valer los valores e ideales de su Gente, respetándolos y sirviéndoles de espejo, guía y referencia.
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