SEMBRAR CIZAÑA

Es una buena norma en la vida nunca disculparse. La buena gente no quiere disculpas y la mala saca siempre ventaja de ello. Pelham Grenville

No es raro encontrarse  en los lugares de trabajo con ese Compañero que se dedica sistemáticamente a Meter Cizaña o Malmeter.

Son  intrigantes de pasillo o despacho a los que  les gusta provocar la discordia bien por afán de causar el mal ajeno o por su intento de medrar siendo fácil presa del rencor, la envidia o los celos. Practican el descrédito sin con ello creen obtener algún rédito provocando un mal ambiente de trabajo y  el enfrentamiento entre las personas.

El Cizañoso es  amigo de la crítica destructiva actuando de forma entrometida metiéndose donde nadie le llama o le importa. Tampoco es parco en  opinar en especial cuando se trata de cuestiones que no son de su incumbencia, por contra le gusta escurrir el bulto cuando se tratan asuntos que directamente le conciernen.

Estas personas  suele ser dadas a ir con cuentos al Jefe y lanzar rumores o insinuaciones para sacar provecho o beneficio en su favor o simplemente sentirse mejor. Pareciera que Su Inferioridad encontrara consuelo en la Desgracia ajena.

Ahora si malo es su comportamiento tan dañino o mas es el de aquellos Jefes que prestan sus oídos e incluso premian al insidioso prendiendo así la Semilla de la Discordia y la Desconfianza.

Algunos Jefes, bien por su incompetencia, inseguridad o porque les gusta el enfrentamiento, por aquello de divide y vecerás, suelen dejarse cautivar por tales informantes a los  que prontamente otorgan su favor y les permiten actuar como si de Consejeros Aúlicos se trataran cuyo principal mérito y valía está en  ser confidentes o chivatos de primera mano.

Como la Cizaña,  generan un ambiente tóxico que no sólo, intoxica al Jefe, sino tambien echan a perder  la simiente de colaboración que debe presidir cualquier entorno laboral envenenando  la Salud de la Empresa.

Por eso debemos de ser vigilantes para identificar y aislar al Cizañero y cortar de pleno la Mala hierba impidiendo el desarrollo de esta plaga invisible que medra entre nosotros alimentándose de sus chismes  e insidias.