Ninguno de nosotros es
más inteligente que todos nosotros juntos.
Ken Blanchard
Sumidos en una profunda Crisis
como estamos precisamos hoy, con mas razón que nunca, un Liderazgo fuerte, positivo y estimulante
que nos de la inspiración y el impulso necesario para salir airosos de la
misma.
Como Directivos
nos tenemos que centrar en lo importante y volcarnos en mejorar la eficiencia
de nuestras Organizaciones liberando
toda la energía que atesoran nuestros
Equipos abriendo compuertas a la creatividad y soltando el lastre que suponen
estructuras pesadas y procedimientos burocráticos que a lo largo del tiempo hemos
ido generando.
Es evidente que es hora de hacer ajustes, de revisar planteamientos, de
ser austeros y estrictos en costes,
pero también es el momento de aprender de los errores cometidos, apostar por el
crecimiento y crear las condiciones para generar nuevas oportunidades de negocio que debemos sin duda aprovechar.
La Crisis además de poner
en evidencia las dificultades y carestías por las que estamos pasando también es
reflejo de una época de cambio y
transformación que debemos de protagonizar no debiendo quedar inertes o ajenos ante ella.
Hoy tienen aún mas vigencia y cobran su verdadero sentido conceptos que hemos venido manejando como flexibilidad, agilidad, decisión y firmeza
como reflejo de los actitudes y comportamientos
que debemos practicar y fomentar como Directivos en nuestras Empresas.
Flexibilidad para estar abiertos y adaptarnos a las nuevas ideas y circunstancias, Agilidad
para reaccionar con rapidez y anticipación frente a los cambios. Decisión para tener el coraje y la
determinación para perseguir la Visión y las Metas fijadas y por último Firmeza
para defender nuestras convicciones y ser persistentes y coherentes con las
decisiones adoptadas a pesar de los contratiempos y dificultades que nos surjan.
Como Directivos para dejar la Crisis
a un lado, tenemos la responsabilidad de ser creadores del cambio. Una buena manera para ello será por un
lado desafiar a la Organización proponiéndola nuevos retos rediseñando y reformulando su Estrategia y por otro servir de
catalizador de las emociones positivas
de nuestra gente conectando con sus aspiraciones
y necesidades.
Nuestro lenguaje debe ser el de
la posibilidad e inconformismo
frente a la negatividad y resignación. El optimismo, el entusiasmo, el compromiso, el esfuerzo, la
confianza y la unión….deben prevalecer y arrinconar al pesimismo, el desencanto,
la indiferencia, el miedo y la desunión.
Ya no valen comportamientos
Directivos que alimenten y sean complacientes con la Frustración.
Para liderar nuestras Compañías tenemos que recuperar primero nosotros y luego ser capaces de transmitir, la ilusión
y la confianza en las capacidades de la Empresa y de las Personas que
forman parte de ella renovando nuestros compromisos mutuos.
Es momento de pasar a la acción, de unir esfuerzos y “cerrar filas”. Es preciso ahora aflorar y aprovechar todo el Talento acumulado dentro de la Empresa, para lo que debemos devolver
el protagonismo a nuestra gente y facilitarles
el soporte que precisan tanto a
nivel práctico como emocional.
Las circunstancias nos demandan ser
más resolutivos, comportarnos sin ambages y mostrar determinación trasmitiendo un visión ilusionante y estableciendo pautas objetivos
si cabe mas claros y concretos.
Dar apoyo y más autonomía a
nuestros Equipos, siendo receptivos a
su ideas, sensibles a sus inquietudes
hará que tengamos mas probabilidades de encontrar juntos la fórmula exitosa para
conseguir las duras y exigentes Metas que tenemos por delante. Escucharles
y tomar en cuenta sus opiniones será una forma de mostrarles el respeto que se merecen aumentando su autoestima y compromiso.
En el plano
emocional tenemos que mostrarnos cercanos
y próximos a nuestro Equipos. compartir con ellos, darles confianza, quitarles presión y animarles a tomar decisiones y riesgos..tan necesarias en
los tiempos que corren.
Todo esfuerzo en comunicación que hagamos será poco….
para dar feedback positivo, corregir el rumbo, informar, atajar rumores, explicar y compartir ideas y decisiones y
¿Cómo no? para reconocer pública y
privadamente los esfuerzos y logros, tanto a nivel colectivo como individual. ¡No nos cansemos de felicitar y dar buenas
noticias en tiempo de penurias¡.
Por último y no menos importante
será nuestra conducta ejemplar y comportamiento ético. No es tiempo de frivolidades, amiguismos y doble moral.
Nuestro comportamiento además de coherente,
transparente y previsible debe de
estar presidido por la integridad y honestidad personal. Lo demás es palabrería y moneda falsa………
Sólo los mediocres están
siempre en su mejor momento. El resto de nosotros debemos estar siempre
cambiando en búsqueda de algo mas y mejor.
Jean Giraudoux.
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