Para el logro del triunfo siempre ha sido indispensable pasar por la senda de los sacrificios. Simón Bolivar.
Me atrevo a decir que si hubiera un rasgo común a la mayoría de los hombres que han triunfado y tenido Éxito en sus Vidas , ese sería su Optimismo.
Optimismo que les ha hecho confiar en sus capacidades, que les ha enseñado a disfrutar del lado bueno y positivo de la Vida, a sopesar las dificultades y afrontarlas como un Reto personal, conscientes que con perseverancia, esfuerzo e inteligencia, pocas cosas se les pueden poner por delante.
Con frecuencia se dice que el Optimismo es una cuestión de enfoque personal, una forma de ver y dialogar con la Realidad mediante la cual las expectativas del Optimista sobre el futuro son favorables. Esta predisposición hace que se sientan más confiadas y ganen en seguridad y fuerza para superar las adversidades.
Ser Optimista, no es ser ingenuo ni irresponsable. Es ser consciente de los puntos positivos y los negativos, de los aspectos más favorables que toda situación tiene, para poner el foco en estos últimos sirviéndose de ellos como palancas que les conducen a conseguir sus Metas. Donde unos ven dificultades y obstáculos, él no reduce sus Posibilidades y ve ventanas de Oportunidad que nos pueden ayudar a mejorar nuestra situación.
Por el contrario el Pesimista, se obceca en las dificultades, tratando inútilmente de derribarlas, o lo que es peor renunciando a emprender una Empresa por sentirse de antemano derrotado.
La persona Optimista, no se amilana ante los problemas y contratiempos. Siente dentro de ella un estímulo positivo y un ánimo interior que le dice, si quieres puedes, y le empuja a actuar en la creencia de la tendencia natural a que las cosas pueden mejorar y como dice el refrán: No hay mal que cien años dure.
Hoy se conoce, gracias a la Neurociencia, que existe una predisposición genética para el Optimismo y la Felicidad. En ello tienen que ver la presencia de una variante del gen 5-HLTTLPR y la actividad de neurotransmisores tales como la Oxitocina ( La conocida como molécula del amor), que aumenta la confianza y el apego, la Serotonina, causa de nuestro bienestar regulando los estados de ánimo y la Dopamina o hormona del placer que controla las respuestas motrices e influye en la motivación y el aprendizaje.
Sin negar su importancia también diversos Estudios indican que no todo, ni mucho menos, se puede explicar por causas genéticas o neurofisiológicas, también influye como le haya ido a uno en la Vida y su Experiencia anterior. Pero afortunadamente el Ser Humano tiene una enorme capacidad de aprendizaje y cambios en su Pensamiento y en su ulterior Comportamiento hacen que una persona pueda cambiar, y provocar modificaciones en sus expectativas futuras y perspectiva sobre su Vida.
Con sentido de humor, abriéndonos a los demás, cultivando la amistad y las relaciones personales, viendo el lado bueno de las cosas, fortaleciendo nuestra autoestima, pensar que todo es pasajero, preguntarse que puede hacer uno en lugar de lamentase inútilmente son pasos para el Optimismo.
No es cuestión baladí, ya que el Optimismo, además de mejorar nuestra Salud(los Optimistas suelen vivir mas años) es un camino hacia el éxito. Al igual que el dicho Dinero atrae Dinero, el Optimismo genera Optimismo y como si se se tratara de una Actitud profética, una manera mas favorable de ver la Realidad es el primer paso para cambiar esa Realidad. Ver las cosas como posibles hace que se fortalezca nuestro Convencimiento y Voluntad de emprender un Plan.
La Persona Optimista, aunque sabedora de las dificultades, es perseverante, se arriesga y lucha por cambiar las cosas, empujado por esa fuerza o cualidad innata que tenemos, en mayor o menor medida todas las Personas, para superar las tensiones y rechazar lo negativo que tanto ha hecho por la supervivencia de nuestra Especie. Ese Sentimiento de mejora sirve de estímulo positivo para superar el desaliento. Por el contrario el Pesimismo ¿De que nos sirve? ¿Adonde nos conduce?
Además el Optimismo, al igual que sucede por el contrario con el Pesimismo, es tremendamente contagioso, por lo que los Estados Ánimo, basados en él, constituyen una ola de esperanza para salir de las dificultades individuales y colectivas.
Por ello, es muy peligroso, sobre manera en el contexto de profunda Crisis Económica en el que estamos inmersos, quedar atrapados por un sentimiento de desesperanza y desilusión, que nos impida proseguir adelante.
Es bueno recordar aquí el Mito de la caja de Pandora, quien su curiosidad la hizo abrir sin saber que escaparían al Mundo todos los males que contenía.Atemorizada la pudo cerrar a tiempo, consiguiendo guardar dentro si, para que los hombres pudieran servirse de ellos a La Esperanza y el Optimismo.
Grabar esto en vuestro Corazón, cada día es el mejor del Año. Emerson.
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