1.03.2012

CON O SIN....PERDÓN, TU ELIGES



La persona que quiere venganza, debe cavar dos fosas. Proverbio Chino

A todos nos cuesta una enormidad pedir y ofrecer nuestro Perdón, a pesar de constituir uno de los Actos de Lenguaje más beneficiosos para la reconciliación y restauración del Equilibrio Personal.

Nos resistimos a pedir perdón ya que ello supone en primer lugar un reconocimiento de haber causado un daño a alguien, circunstancia que escapa muchas de las veces a nuestro Ego. Lamentablemente la Autocrítica es un ejercicio que solemos practicar demasiado poco, no queriendo confrontar ,quizás por miedo a ver socavada nuestra Autoestima, nuestros actos y sus consecuencias  con el Ideal de Persona que nos hemos formado.

Tampoco pedimos Perdón, aunque estuviéramos dispuestos a ofrecer nuestras disculpas, por la incapacidad que tenemos para ponernos en el lugar de la otra persona, siendo empáticos con ella y haciéndonos partícipes de sus sentimientos. A veces es tan grande nuestra ceguera que nos impide ver el sufrimiento que estamos causando a nuestros Seres más queridos.

Pero la cosa no acaba aquí, no sólo no nos reconocemos a nosotros ni reconocemos el daño que provocamos en los demás; en otras ocasiones, aún reconociendo lo anterior,  es nuestro Orgullo y nuestra incapacidad a dar nuestro brazo a torcer, quienes nos impiden asumir nuestra Responsabilidad y pedir disculpas a los otros. También solemos caer en la trampa de poner excusas y mas excusas, tratando de exculparnos, en lugar de ofrecer simplemente explicaciones por lo ocurrido. Es no ser consciente que reconocer los errores y pedir disculpas es signo de integridad personal engrandece a quien lo hace. No siempre se está acertado ni tampoco afortunado, no te tienes..... porqué enrocar en el error.Sólo harás que aumente.

Pedir Perdón, es reconocer nuestras limitaciones e imperfecciones, nos reconcilia con nuestro pasado, nos permite corregir nuestros errores y equivocaciones para el futuro. Es un ejercicio de autocontrol, dominio personal y responsabilidad mediante el cual  primero reconocemos y después asumimos las consecuencias de nuestros actos,  lamentando el daño causado, a veces de forma involuntaria, y ofreciendo, ofreciendo disculpas y si fuera posible una reparación a cambio.

Por ello es cuestión que seamos diligentes y nuestras disculpas no se demoren demasiado en el tiempo, no vaya a ser que se el daño se enquiste. En todo caso habrá que esperar el momento oportuno y procurar que la persona agraviada esté receptiva a nuestra solicitud.  Ahora bien debemos de ser conscientes que  cuando pedimos disculpas, con independencia de la respuesta recibida de la persona dañada, el primer beneficiado es uno mismo , nos estamos perdonando a nosotros y con ello cerramos la herida del remordimiento.

Si Pedir Perdón es cuestión complicada a pesar de sus ventajas no menos difícil es Conceder el Perdón, quizás por tener una idea equivocada de la Esencia del Perdón y en que consiste.

Como algunos erróneamente pudieran pensar, Perdonar no es restar importancia al agravio, ni  negar el dolor sentido, ni mucho menos olvidar aunque curiosamente en Inglés, perdonar es  I Forgive, que significa olvidar. Perdonar además de ser un Acto de Generosidad y  Amor ,es un Acto de Reconciliación mediante el cual declaramos que algo que sucedió en el pasado ya no nos va afectar en el futuro.

Con  nuestro Perdón, restauramos el equilibrio interior, nos da la Paz y nos permite romper nuestras ataduras con el pasado. Perdonar es una declaración que libera en lugar de imponer culpas, tanto a quien lo solicita como a quien lo otorga.

A menudo olvidamos que el acto de perdonar es algo que hacemos por nosotros mismos, por nuestro propio bien  ofreciéndolo sin expectativas de nada a cambio. Con él,  quitamos el poder a nuestros agresores, tomando nosotros el control de nuestra vida presente. Incluso con nuestro Perdón abrimos la posibilidad de seguir construyendo relaciones con la persona que nos provocó el daño, no condicionando ni cerrando puertas al futuro.

Tenemos que ser conscientes y reconocer en nuestro fuero interno ¿Que fue lo que realmente sucedió? ¿Qué  verdaderamente fue lo que nos hizo daño? . Muchas veces somos excesivamente susceptibles y nos pasamos todo el día criticando, juzgando, proyectando nuestro defectos en los demás y atribuyéndoles intenciones que responden mucho mas a nuestra imaginación, amor propio o a nuestras ansias. En otras ocasiones  optamos por adoptar un papel de víctima en que todo el mundo maniqueamente es culpable de lo que nos sucede.

Es verdaderamente una pena ver como a veces somos incapaces de liberarnos de la pesada carga, y seguimos alimentando nuestro dolor, almacenando odios, deseos de venganza y rencores. En lugar de buscar el alivio con nuestro perdón, preferimos seguir en nuestro papel de víctimas, trayendo cosas del pasado al presente, recorcomiéndonos por dentro, reclamando venganzas y reviviendo el dolor en un permanente duelo sin aceptar que lo que pasó ya pasó.

Con esta actitud no nos damos cuenta que somos incapaces de restañar las heridas del pasado, nuestro comportamiento inflexible e intolerante nos inhabilita para ser indulgentes y benevolentes impidiendo restaurar todo aquello que en nuestras vidas se ha quebrado.

Ahora bien, como en todo duelo, el Perdón es un proceso, que pasa en primer lugar desde la Humildad, la Comprensión y la Compasión por identificar y entender los hechos que nos llevaron a sentirnos ofendidos o agraviados, por reconocer nuestras emociones de rencor, ira o resentimiento,  aceptar lo que pasó, cambiar nuestro relato de lo acontecido nos puede ayudar,  para después tomar la decisión de perdonar y finalmente perdonar.

Pero debemos de tener presente que para aprender a perdonar hay que empezar por comenzar a perdonarse, ser indulgente con uno mismo y no atormentarse ni culpabilizarse permanente por los errores cometidos . No siempre las cosas tienen que suceder como nosotros hubiéramos querido que sean. ¡Dejemos el Lenguaje de Culpabilidad o Victimismo y hagámonos Responsables de nuestra Vida¡. CON O SIN PERDÓN, TU ELIGES………….

El perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra. Es dos veces bendito; bendice al que lo da y al que lo recibe. William Shakespeare

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